Ultima etapa de nuestro recorrido por el Alto Ebro, se acaban las montañas y desfiladeros y se aplana el terreno al entrar en el Ebro Medio. La visita de localidades como Frías, Miranda de Ebro y al final Haro así como el paso de las Hoces de Sobrón, son los hitos más significativos de una etapa menos exigente que las dos anteriores.

Salimos del pueblo buscando el puente de la N-629 sobre el Nela y justo en la entrada del puente puente cogemos por la izquierda el Camino Natural, una pista entre campos y por la derecha se extiende la desembocadura del Nela en el Ebro, isla de fresnos en proceso de conversión a soto. Nos adentramos el valle de Tobalina siguiendo el margen izquierdo del Ebro. A continuación seguimos por el Camino de Castrillo que que se separa un poco del río y rodeo el pico de Castrillo por un bonito pinar de repoblación donde el sol se cuela en el pinar anunciándonos un bonito día. La pista nos devuelve a la orilla del río justo en la presa del embalse de Cillaperlata, donde nace el Canal Central de Quintana. Cruzamos la presa y atravesamos el pueblo buscando su lavadero.

A la salida del pueblo cogemos por la izquierda una pista asfaltada que nos lleva por un precioso valle, remontamos un pequeño collado y a partir de ahí ya podemos divisar en el horizonte la silueta de las murallas y castillo de Frías que ese erige sobre el cerro de La Muela. La visita a Frías es inexcusable pues posee un conjunto arquitectónico espectacular impregnado de un exquisito sabor popular. El castillo aprovecha la roca como cimiento y las casas (de toba y madera) se adosan entre sí formando empinadas calles. El castillo, las murallas, las casas colgantes, la iglesia de San Vicente y sus estrechas calles empedradas nos retrotraen a la Edad Media, época en la que controlaba el valle y el cruce del Ebro.

Bajamos de Frías hacia el hermoso puente medieval con una gran torre central destinada a controlar el paso y cobrar el portazgo. De nuevo en el margen izquierdo del Ebro seguimos por un vial asfaltado hasta Montejo de San Miguel. A la salida del pueblo conectamos con la BU-520 en dirección a Quintana Martín Galindez, pero no llegamos a cruzar el canal y seguimos su curso por un sendero por el margen derecho. Pasamos por delante de la Central eléctrica de Iberdrola y conectamos con la BU-530. Continuamos por carretera hasta Barcina del Barco, atravesamos el pueblo y seguimos por asfalto por el margen izquierdo del río con la vetusta imagen de la central nuclear Garoña por la derecha. Después la nuclear en unos 3 km nos encontramos con el cruce a San martín de Don.

Salimos de San Martín por pista que al principio asciende ligeramente y después se adentra en la sierra entre bojes, quejigos, encinas y matorrales. En poco más de 1 km alcanzamos el refugio de San Francisco. La pista sigue en ascenso tendido la línea del barranco entre grandes paredones de piedra caliza y en poco más de 1 km alcanzamos el Área Recreativa Corral de los Bueyes. Después el camino sigue ascendiendo con desniveles del 6-7% por la ladera de la sierra permitiéndonos estupendas vistas del valle de la Tobalina que dejamos atrás. Tras algo más de 5 km de subida alcanzamos un mirador en el que hay que pararse para disfrutar de las impresionantes panorámicas de las Hoces de Sobrón.

Desde el mirador nos quedan como 1,5 km más de subida hasta alcanzar la cima en el repetidor y las antenas de Los Llanos. Detrás de las antenas nace una senda entre árboles, que nos introduce en el País Vasco (Alava), y desciende en dirección noreste al barranco de la Torca por el interior de un frondoso hayedo, en el que al principio tendremos que bajar a pie y salvando múltiples hayas caídas por las últimas tormentas que nos obstaculizan el paso. Al alcanzar el cauce del arroyo la vegetación se aclara y el camino avanza al sur, bajo murallones rocosos. Tras un tramo de curvas, con vistas al desfiladero de Sobrón, la senda alcanza una pista forestal y baja, al norte, hasta Sobrón Alto.

Descendemos de Sobrón por asfalto hasta conectar con A-2122 poco después de la presa del embalse. Continuamos por el interior del cañón y enseguida llegamos a Baños de Sobrón. Aquí el trazado del Camino Natural cruza al margen derecho por un viejo puente que las últimas riadas habían roto, así que tuvimos que seguir por asfalto por el margen vasco del Ebro hasta Puentelarrá/Zubilarra. Cruzamos de nuevo al margen derecho y seguimos por carreteras secundarias pasando por Guinicio, Montañana y Suzana hasta llegar a Miranda de Ebro. Entramos en el pueblo para una rápida visita. José Luis llevaba un radio partido en su rueda trasera y decidió irse con Carlos en la furgo para buscar un taller de bicis. El resto seguimos la etapa con la pretensión de llegar lo antes posible a Haro.

Desde Miranda a Haro la etapa abandona el curso alto del Ebro para entrar en el medio; un cambio geográfico que se realiza en el desfiladero de las Conchas de Haro. Antes se atraviesa la llanada de Miranda e Ircio. Nosotros seguimos transitando por asfalto por la BU-735 que transita por la ladera de la sierra de Gobera justo por encima del trazado de la vía férrea. Pasamos por debajo de la autovía E-804 y enseguida el paisaje se "inunda" de viñedos anunciándonos que entramos en tierras riojanas. En unos 3 km alcanzamos la aldea San felices junto a una explotación minera y poco después el paso de Las Conchas de Haro. Continuamos por la LR-306 hasta la entrada de Haro donde cogemos una pista que nos lleva entre viñedos hasta el pueblo.

Tuvimos la suerte de llegar a Haro en Jueves y allí tienen la sana costumbre de celebrar ese día de la semana lo que se conoce como "Jueves Pincho - Pote", consistente en que se puede degustar por los bares de la ciudad una tapa + vino joven, corto, mosto o similar, por tan solo un 1 €, así que tocaba una buena visita turística acompañada de un buen tapeo, finalmente rematada con una buena cena.
Nos hospedamos en Hostal Aragón - 941.310.004, las únicas ventajas su situación y el precio, 17,5 € por persona solo alojamiento en H.D. La clásica pensión antigua en un primer piso de una casa antigua en el centro de la ciudad. Nos abstenemos de recomendarla.