En esta sección "Las Etapas" se aporta toda la información que se considera necesaria para la realización de este viaje. El recorrido de las 7 etapas no sigue ningún camino o ruta señalizada específica, se trata del resultado de la búsqueda por "la red" de track's o caminos que se adaptaran a nuestra planificación del viaje. No nos gusta empujar la bici, así que prácticamente toda la ruta es ciclable, aunque nos encontramos algún tramo corto donde tuvimos que practicar un poco de "empujing" y uno más largo por una pista/senda de piedra suelta subiendo al Pozo de las Nieves en la 3ª etapa. Se recomienda leer la sección "Los Recorridos" en la que se dan más detalles de cada etapa resaltando estos puntos con mayor dificultad o menos ciclables.

En esta primera etapa unimos dos ciudades cargadas de historia (Cáceres y Trujillo) atravesando la Zona de Especial Conservación de los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes que se encuadra dentro de una de las dos grandes áreas esteparias de Extremadura, donde se ubica uno de los ecosistemas más relevantes y singulares de la avifauna española.

Salimos de Cáceres remontando la Sierra de la Mosca para visitar el Santuario de la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad desde 1906, situado a unos 600 m de altitud y con un mirador que nos ofrece magníficas vistas sobre la ciudad y los llanos de Cáceres. Atravesamos la pequeña sierra en dirección a las torres de antenas de Portanchito y a continuación iniciamos el descenso hace el llano.

A partir de aquí atravesamos los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes por buenas pistas y vías pecuarias que transitan entre campos de pastos ganaderos y espectaculares dehesas, principalmente de encinas, hasta llegar a la monumental Trujillo, cuna de conquistadores y artistas, una de las más importantes ciudades del mundo de reconocido patrimonio monumental y paisajístico, que pertenece a la Red de Los Pueblos más Bonitos de España, integrada a su vez en la red de los Pueblos más Bonitos del Mundo.

Una gran etapa en la que el atractivo principal, y quizás el motivo principal de la programación de este viaje, es el Parque Nacional de Monfragüe, uno de los puntos de mayor interés ornitológico de España. En este entorno maravilloso se puede encontrar al águila imperial, al buitre negro, la cigüeña negra y grandes colonias de buitres leonados entre otras muchas especies. Constituye una de las zonas más representativas y mejor conservadas de bosque y matorral mediterráneo. En este entorno natural se mezclan las dehesas de alcornoques y encinas con las jaras. Los arbustos de madroños, brezos y durillos nacen a los pies de fresnos, sauces y acebos de las zonas más húmedas. El Tajo y el Tiétar transcurren entre cortados y roquedos, formando refugios naturales en los que anidan las grandes rapaces y otras muchas especies de aves como el halcón peregrino, el águila perdicera o el búho real.

La primera mitad de la etapa entre Trujillo y Torrejón el Rubio transita por asfalto por la penillanura trujillano-cacereña, un terreno plano adehesado en el que un grupo bien organizado "trasiega" kms muy deprisa. Una vez en el P. N. de Monfragüe comienza lo bueno con la subida al Castillo y la Ermita de Monfragüe. Desde la torre del castillo disfrutamos de unas vistas únicas de un entorno espectacular con las grandes aves rapaces sobrevolando por encima de nuestras cabezas. Afortunadamente las lluvias de los meses anteriores habían alimentado los cauces de Tietar y el Tajo permitiéndonos disfrutar de unas panorámicas espectaculares.

A continuación y antes de bajar del castillo podemos visitar las pinturas rupestres de Monfragüe. Una vez abajo la etapa continúa hacia el mirador del Salto del Gitano donde de nuevo la visión de las rapaces es un espectáculo. Cruzamos el Tajo por el puente nuevo hacia Villarreal de San Carlos ya que el puente de El Cardenal estaba inundado por el alto nivel del agua. Desde Villarreal de San Carlos seguimos la etapa por el itinerario de la Ruta Amarilla al Mirador de La Tajadilla, un sendero precioso que transcurre por algunos retazos de dehesa y matorral, además de fuentes cubiertas de fresnos y alisos. Circulamos entre jaras y cantuesos con el fondo del río Tiétar que dibuja un amplio meandro (El Charco del Infierno) poco antes de llegar a la Tajadilla y la presa de Torrejón. La etapa continúa por una pista asfaltada siguiendo una sucesión de miradores donde los protagonistas son el Tiétar y las aves rapaces.

La última parte de la etapa alterna el asfalto y las pistas de tierra entre grandes dehesas de alcornoques y encinas en las que la ganadería porcina y vacuna pastan a sus anchas. Llegados a Serrejón seguimos por pista hacia Pantano de La Anguila y después conectamos con la presa del embalse de Almaraz o Arrocampo y terminamos en el pueblo de Almaraz.

Una gran etapa con un perfil exigente que se adentra en el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, transitando de norte a sur por sus vertientes occidentales en peregrinación a Guadalupe, por un entorno declarado como Geoparque Mundial Unesco. Un macizo montañoso situado en el sureste de la provincia de Cáceres, entre las cuencas del Tajo y del Guadiana. Su mayor altura es el "Risco de La Villuerca" (1601 m), y desde su cima se ofrece una magnífica vista que incluye las cadenas montañosas, los valles y Guadalupe, al sur, con el Real Monasterio como seña de identidad.

La etapa sale de Alcaraz hacia el puente de Valdecañas presidido por la presa del embalse del mismo nombre. Bordeamos la presa del embalse y la sierra de Valdecañas y remontamos el Valle de La Fuente adentrándonos en la Comarca de Los Ibores, en la que destaca el contraste y mezcla del paisaje de la dehesa con el de la serranía. Es un hábitat ideal para la cría de cabras y ovejas, cuya leche da lugar a los famosos quesos de Los Ibores. Dejamos la localidad de Mesas de Ibor a la izquierda y nos dirigimos hacia la sierra que salvamos por el Collado de Mesas. Bajamos el collado y seguimos por pista remontando el valle al pie de la Sierra Gallega hasta Fresnedoso de Ibor.

Después de Fresnedoso seguimos por pistas para remontar el Collado de Torneros, bajamos al valle y tras cruzar el arroyo Torneros iniciamos el ascenso a la Sierra de la Madera. Descendemos al valle del Canchal y lo remontamos hacia Robledollano internándonos en la Comarca de Las Villuercas, una zona agreste de media montaña con bosques bien conservados. Continuamos hacia Roturas y remontamos el valle del Almonte por carretera hasta Navezuelas. A partir de aquí elegimos la peor opción para subir hacia el Pozo de la Nieve: atravesamos el pueblo buscando la carretera/pista que sube el collado Landrino, después bajamos hacia el valle pero antes de llegar abajo cogemos por la derecha una pista que, en su primera mitad es ciclable, pero después se vuelve muy pedregosa por lo que lo que hay que practicar el "empujing" en varios tramos antes de alcanzar el collado del Pozo de la Nieve.

Desde el Pozo de la Nieve el camino desciende por una pista asfaltada rota y agujereada hasta llegar a Ermita del Humilladero, desde donde ya divisamos Guadalupe y el Real Monasterio que lo tenemos a algo más de 4 km de bajada por carretera.

Otra gran etapa en la que continuamos por el entorno del Geoparque de Las Villuercas-Ibor-Jara, pero ahora de sur a norte por un iitinerario coincidente en gran parte con el Camino de los Jerónimos, ruta de peregrinación que une el Monasterio de Guadalupe y el Monasterio de Yuste, en la Comarca de la Vera.

La etapa sale de Guadalupe en ascenso hacia la ermita del Humilladero y después desciende durante unos kms por la cabecera del valle del Ibor. Una vez en el valle abandonamos el asfalto y nos vamos por pista y sendero para vadear el río Pinarejo y tras unos pocos km de pista conectamos con CC.20.2 en dirección a Hospital del Obispo. Nos alejamos del valle remontando la sierra entre bosques de pino y robles hasta coronar el puerto y descender por la vertiente opuesta hasta el caserío de Hospital del Obispo. A partir de aquí continuamos por el carril de Castañarejo bordeando la sierra de La Dehesilla y bajamos al valle del Ibor a la altura de la localidad de Navalvillar de Ibor a la sombra los picos de la Sierra de Viejas. Después Continuamos valle abajo por carretera hasta Castañar de Ibor.

Desde Castañar bajamos por pista hacia el río y seguimos por su margen derecho por un entorno precioso entre huertas y bosque de ribera hasta La Avellaneda, donde nos encontramos con una gran gentío pues se estaba celebrando la Romería del Cristo de la Avellaneda. Salimos del valle remontando el collado de la Era de las Mesillas y a continuación seguimos por el camino a Navalmoral de la Mata por terreno de dehesa y matorral hasta las inmediaciones de Bohonal de Ibor, donde conectamos con la EX-118 hasta la orilla del Embalse de Valdecañas para visitar El Pórtico de Augustobriga "Los Mármoles". Monumento romano que fue salvado de la inundación de Talavera la Vieja con la construcción del embalse.

Cruzamos el embalse y seguimos por carretera hasta Pereleda de la Mata retornando a la Comarca de Campo Arañuelo. Desde aquí continuamos por pista entre dehesas hasta conectar con la A-5 (Autovía de Extremadura), a la altura del área de servicio de Los Cerrillos, y terminamos la etapa por la vía de servicio hasta Navalmoral de la Mata, la capital de la comarca.

Una gran etapa aderezada con todos los ingredientes del cicloturismo por un entorno natural variado y precioso acompañado de interesantes visitas turísticas. La etapa atraviesa el Valle del Tiétar y se adentra en la Comarca de la Vera, ubicada en la vertiente sur de la Sierra de Gredos y la Sierra de Tormantos por el oeste, ambas sierras están presentes en la orografía de La Vera con sus arroyos y riachuelos que en su bajada hacia el Tiétar dan lugar a gargantas de agua cristalina, cascadas, charcas y cientos de pequeños lugares bellísimos. Después salvamos el puerto de El Piornal para alcanzar el Valle del Jerte.

Salimos de Navalmoral de la Mata por carretera hacía Talayuela y a continuación nos adentramos por el Entorno de los Pinares de Tiétar. Cruzamos el río y entre plantaciones de tabaco y secaderos siguimos el curso del canal derecho del Tiétar hasta encontrarnos con un viaducto por la izquierda. Aquí dejamos el asfalto y conectamos con la Colada del Camino de Navalmoral. Entre bosques ascendemos por pista y senderos hasta encontrarnos con la garganta del Jaranda. Cruzamos el puente de Jaranda y después salvamos la garganta de Cuacos por el Puente de Valfrío y continuamos por el altiplano hasta Cuacos de Yuste, declarado Conjunto Histórico-Artístico y nuestra primera visita turística de la etapa.

Salimos de Cuacos en dirección al Monasterio de Yuste, lugar de retiro del Emperador Carlos V y de obligada visita turística. Continuamos hacia Garganta la Olla, otro pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico que también hay que visitar. A partir de aquí la etapa remonta la sierra hasta coronar el Puerto del Piornal. Después atravesamos el pueblo de Piornal y se abre ante nosotros la impresionante panorámica del Valle del Jerte. Iniciamos el descenso y pronto nos desviamos por la derecha para visitar la cascada de Calderón y el puente de los Molinos. Retornamos a la CC-17.5 y seguimos bajando hasta encontrarnos por la derecha una pista asfaltada que nos lleva hasta la cascada del Caozo y que luego continúa remontando el valle por la ladera de la sierra y al final desciende en picado a Cabezuela del Valle.

Otra gran etapa que salta del Valle del Jerte al del Ambroz por el puerto de Honduras y, después de visitar Hervás, conecta con el trazado de la Vía de la Plata hacia las ruinas de la ciudad romana de Cáparra y aquí se desvia hacia Plasencia. Sobre la marcha improvisamos la primera parte de la etapa con la visita a la Garganta de los Infiernos que en principio no estaba previsto en la planificación del viaje.

Salimos de Cabezuela remontando el valle hacia la Garganta de los Infiernos por un recorrido espectacular ciclable hasta las inmediaciones del primer puente pasarela, a partir de aquí hay que seguir andando por el margen derecho de la garganta. Después regresamos por el mismo camino hasta conectar de nuevo con la carretera del valle y descendemos un poco hasta encontrarnos con el desvío hacia Hervás y el Puerto de Honduras. Tenemos por delante 17 km hasta la cima, los primeros 14 en subida tendida con múltiples panorámicas sobre el Valle del Jerte, por la vertiente opuesta a la que lo hicimos en la etapa anterior. Los últimos 3 km son de falso llano hasta llegar a la cima del puerto donde se nos muestra el Valle del Ambroz por la vertiente opuesta.

Sigue un largo descenso hacia Hervás donde visitamos su judería declarada Conjunto Histórico-Artístico. A continuación conectamos con la Vía de la Plata por Aldeanueva del Camino. Los millarios y los cubos de hormigón con la imagen del arco romano de Cáparra acompañan nuestro recorrido durante los siguientes kms alternando asfalto, pista y sendero entre dehesas hasta llegar a Cáparra.

En la ciudad romana dejamos la Vía de Plata y seguimos por pista cruzando los Llanos de la Jarilla hacia Oliva de Plasencia. Desde aquí continuamos por carretera hasta Plasencia.

La última etapa de la ruta transita mayoritariamente por la Vía de la Plata por un entorno adehesado alternando el asfalto con pistas y algún tramo de sendero. Salimos de Cáceres por carretera hasta Galisteo, la única visita turística de esta etapa. En Galisteo, y tras asomarnos a su puente medieval sobre el Jerte, seguimos por carretera hasta la localidad de Riolobos. Atravesamos el pueblo y salimos por una ancha pista, el camino de Riolobos a Moheda, que salva el canal del margen izquierdo del Alagón y sube a una dehesa boyal. Atravesamos la dehesa hasta conectar con el trazado de la Calzada Romana de la Vía de la Plata que la cogemos por la derecha hacia el sur.

A partir de aquí tenemos un entorno entre dehesas de encinas, matorral y garriga mediterránea con muchas jaras, alternando pistas y senderos preciosos durante unos 11 km hasta el puerto de Los Castaños. Aquí desistimos de salvar el collado de Las Canteras por la calzada romana y optamos por la N-630 hasta la localidad de Cañaveral. A partir de aquí las ganas de llegar a Cáceres se infiltraron en el grupo decidiendo continuar por carretera y no volver a la calzada romana. Entramos en el tramo más pestoso y desagradable de todo el viaje, en el que solo hay que resaltar, si cabe, la travesía del embalse de Alcántara y los puentes sobre el Tajo y el Almonte con su doble función de tránsito automovilístico y ferroviario, así como la imagen de los nuevos viaductos en construcción para el AVE. Por la N-630 hasta el desvió de Casar de Cáceres y desde aquí por la CC-38 hasta Cáceres concluyendo una gran ruta por la provincia de Cáceres.

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