La ruta en su mayoría transcurre por las laderas de encuentro de la Cordillera Cantábrica con el mar. El recorrido no atraviesa grandes cumbres, sin embargo se puede considerar poco recomendable para principiantes pues este Camino resulta bastante más duro que el popular Camino Francés. Sin alcanzar elevadas altitudes, el trazado tiene un perfil en constante diente de sierra que lo convierte en un sube y baja escaso de planicies. Sin duda se trata de “un camino rugoso”, “un rompepiernas” de unos 780 km con un desnivel acumulado de unos 10.500 mts en subida y otros tantos en bajada, sembrado de “rampones” que en ocasiones te sorprenden, algunos de ellos con pendientes superiores al 15 % de desnivel.

ETAPA	Kms.	Desnv. Sub.(mt)	Desnv. Baj.(mt)	Cota Máx.(mt)	Vel.Med. (km/h)	% Max	Observaciones
Bilbao - Castro Urdiales	56	676	721	236	13.7	11.2	Cómoda etapa con "empunjing" en la escalera de Playa Arena.
Castro Urdiales - Santander	93.7	854	865	162	15.1	16	Etapa con un poco de todo, incluso con travesía marina.
Santander - S. Vicente Barquera	86.8	1279	1229	153	14.5	11.3	Preciosa e intensa etapa, con perfil en constante diente de sierra
S. Vicente Barquera - Villaviciosa	119.4	1600	1650	177	15.0	11.1	Etapón con maravillosas panorámicas y perfil sube y baja.
Villaviciosa - Avilés	80	962	990	389	15.6	10.5	Subida en frio y posterior cómoda etapa con visita a Oviedo
Aviles - Luarca	86.7	1317	1358	171	14.3	16.7	Etapón, en todos los aspectos, con perfil y rampas "respetuosos"
Luarca - Mondoñedo	94.8	1303	1268	323	14.6	11.8	Etapa de transición entre la costa asturiana y la Galicia rural
Mondoñedo - Sobrado dos Monxes	101.3	1664	1369	705	14.0	19.8	La más "salvaje" por la Galicia profunda, preciosa e intensa
Sobrado - Santiago Compostela	60.5	721	911	566	14.8	19.4	Cómoda etapa final con alguna rampa significativa

Mapas Interactivos

Aunque nuestro pedalear empieza en el Aeropuerto de Sondika (Bilbao), damos el comienzo de etapa, y por tanto de la ruta, en las puertas del museo Guggenheim en la orilla izquierda de la ría.

Los primeros km de la etapa son urbanos atravesando las poblaciones que bordean la orilla izquierda de la ría del Nervión, la antigua zona industrial del Bilbao comprendida entre Bilbao y Portugalete, atravesaremos Barakaldo y Sestao antes de llegar a las inmediaciones del puente colgante de Portugalete.
Esta quizás sea el tramo más feo de la ruta, sembrado de fábricas, muelles y chimeneas, muchas de ellas fuera de servicio.

Después de Portugalete empieza el desfrute, un carril bici de unos 11 km (camino de Bidegorri) que nos lleva hasta la playa La Arena. Tras cruzar el arenal la ruta se encarama por una empinada escalera para alcanzar la Vía Verde de Dicido que bordea la cornisa hasta Ontón, ya en la Comunidad Cántabra.

A continuación la etapa se aleja un poco de la costa para acometer la subida del día por una carreterita entre zona boscosa muy bonita. Después, en cómoda bajada, nos acercamos a Santullán y Sámano y, tras cruzar por debajo de la autovía, nos da la bienvenida la preciosa villa marinera de Castro Urdiales.

Bonita etapa, con varias subidas interesantes. Al comienzo la etapa cruza un par de aldeas cántabras recorriendo un precioso sendero por estrechos prados en el borde de la cornisa que nos adentran en Islares. Después, por la antigua N-634 y con la presencia de la preciosa playa de las Arenillas (Oriñón) a nuestra derecha, la etapa busca el puente que cruza la Ría de Oriñón, para iniciar unos km de subida que después vuelven a bajar para aterrizar en el precioso Valle de Liendo.
Se atraviesa el valle y se inicia otra subida que nos aupa a un mirador con unas preciosas panorámicas de la playa y el puerto de Laredo.
Desechamos la opción fácil que sería bajar a Laredo continuando por la N-634 y nos tiramos en picado por la variante de Tarrueza, que se convierte en un animado “tío vivo” con algún rampón de más del 15% de desnivel, que al final nos lleva a encontrarnos de nuevo con la N-634 a su entrada en Laredo.

A partir de aquí, la etapa se dirige a Santoña bordeando su ría y cruzando las rías de Treto primero, después la de Escalante, a continuación la de Argoña y finalmente la de Boo.

Después de Santoña y de la playa de Berria, la etapa entra en su tramo más “pestoso” de asfalto, aderezado con una subida de unos 5km y posterior tramo de carril bici paralelo al asfalto que nos acerca hasta Somo, donde optamos por la opción marítima embarcándonos para cruzar la bahía hasta la bella capital cántabra.

Durante la primera parte de la etapa tendremos que dar algún rodeo para vadear los ríos Pas y Besayas para encaminarnos a la monumental Santillana del Mar.
La etapa sale de Santander por la N-611 hasta Peña Castillo, después cruzamos la autopista para atravesar Santa Cruz de Bezama, a continuación un tramo de pista (de los pocos de la etapa) paralela a la vía del tren hasta Boó de Piélagos, un poco más adelante abandonamos la cercanía de las vías para cruzar la autovía y vadear el río Pas o ría de Mogro por Puente Arce.

Después del vadear la ría se inicia la subida a Mogro, desde cuya iglesia se contemplan bonitas panorámicas de sus playas. A continuación la etapa vadea el río Besayas, para lo que se encamina en dirección Torrelavega, a la que no llegamos porque cruzamos antes a la altura de Barreda. A continuación recorre una zona de pastos y cereales hasta llegar a Santillana de Mar.

Después de Santillana, la etapa nos lleva por pueblos y aldeas en las que se observa la influencia de una figura clave en la geografía social y física de Cantabria, la del “indiano”. Las casonas, palacios, iglesias, abadías, colegios, etc. que se construyeron por estos lares, gracias al dinero de aquellos emigrantes que volvieron enriquecidos, se nos muestran al paso por las localidades de Cigüenza, Cobreces y, sobre todo, Comillas, sinónimo de realeza y alta sociedad. A la salida de Cobreces la etapa nos afrece un deseado tramo de pista y sendero.
Después de Comillas la etapa cruza la Ría de la Rabia y finalmente la Ría de San Vicente para terminar en la cuarta villa marinera cántabra de S. Vicente de la Barquera, una de las localidades con más bella estampa de Cantabria.

En esta 4ª etapa abandonamos Cantabria para adentrarnos en Asturias. La etapa se aleja de S. Vicente por El Camino de las Calzadas hasta Acebosa y desde aquí sube hasta Serdio por la CA-843. Después baja para cruzar la ría Tina Menor, rió Nansa, a la altura de Pesués, para luego entrar en un tramo de sendero que en fuerte bajada nos aterriza en la autovía y la N-634 entrando en Unquera. Después cruza la ría Tina Mayor, río Deva, que hace de frontera entre comunidades autonómicas.

La etapa entra en Asturias ascendiendo por asfalto hasta Colombres, a cuya entrada podemos admirar la fachada azul de la Quinta de Guadalupe, un bonito ejemplo de palacio de indiano que desde 1987 alberga el Archivo de Indianos. A la bajada de Colombres se monta en la N-634, un tramo pestoso de asfalto con tráfico que eludimos brevemente a la altura de la Franca.

Al llegar a Pendueles abandonamos la N-634 para adentrarnos en la población y buscar las marcas blancas y rojas del E-9 (GR-E-9). Un agradable camino por el que avanzaremos 15 kilómetros hasta Llanes y que nos premiará en algunos tramos espectaculares con unas buenas vistas del mar. Pasamos por los Bufones de Arenillas, el Mirador del río Purón, el Mirador de la Playa de la Bellota y la ermita del Cristo del Camino, desde donde la pista se tira en picado para aterrizar en Llanes.

Entre Llanes y Ribadesella la etapa transcurre en gran parte por el antiguo camino medieval del que afortunadamente se conservan algunos tramos inmunes al asalto del asfalto, pasando por Celorio, Niembro, Playa de San Antolín, Naves, Villahormes, Nueva y Pria.

Desde Ribadesella continuamos por la N-632 hasta Colunga, donde la abandonamos durante algunos km que transitamos por la CL-1 y VV-15 que nos aboca de nuevo a la N-632 que ya nos llevará hasta el final de etapa en la cuna de sidra.

En Villaviciosa se produce la bifurcación de los Caminos de la Costa y Primitivo, nosotros hacemos un mix, optando en principio por la vía del Camino Primitivo que, alejándonos de la costa, rinde visita a la capital Asturiana (Oviedo), para después dirigimos de nuevo hacia el norte con el objeto de retomar el Camino de la Costa en Avilés.

La etapa empieza acometiendo la subida al Alto de la Campa por la AS-267, son unos 10 km de subida tendida, quizás la subida más larga de toda la ruta. Después la etapa baja al valle para atravesar La Vega y Pola de Siero. A continuación, por carreteritas secundarias nos dirigimos hacia Oviedo rindiendo visita antes al Palacio de Meres. Salimos de Oviedo por la Av. del Mar en dirección Avilés. Por carreteritas y pistas asfaltadas nos alejamos de la capital, esquivando su zona industrial que vemos a nuestra derecha.
En Posada nos dirigimos a Caravies y después La Miranda, esquivando la AS-17 por pistas paralelas durante varios km hasta que ésta se convierte en nuestra vía definitiva de acercamiento a Avilés.

Intensa y quebrada etapa aderezada con un poco de todo, pistas, senderos boscosos, panorámicas, pueblos, aldeas, playas y, como no, una gran dosis de asfalto.
Nada más salir de Avilés nos encontramos con la primera rampa de subida a San Cristobal, desde donde se divisa la panorámica de la localidad costera de Salinas. Salimos de Salinas por la vía principal en dirección a San Martín de Laspra y Santiago del Monte, en cuyos dominios se encuentra el aeropuerto de Asturias.

Por la N-632 bajamos a Soto del Barco para cruzar el Nalón y después subir a Muros del Nalón. A continuación una bonita pista entre bosque nos acerca a la Cu-2 a la altura del Pito. En el Pito optamos por la alternativa de visitar Cudillero, una de las villas marineras más encantadoras de Asturias, esta visita conlleva una bajada vertiginosa para llegar y fuertes rampas de subida para salir de Cudillero por la Cu-3, pero la visita del pueblo se lo merece.

La Cu-3 nos lleva a la antigua carretera del Cantábrico N-634a que usaremos, con algún tramo intermedio de pista y sendero, para bajar a Soto de Luiña. A partir de aquí la etapa no se baja de la carretera del cantábrico que ondulada y zigzagueante nos lleva entre algunas zonas boscosas hasta Cadevedo y, unos km después, llegaremos al final de etapa en Luarca, un pueblo Marinero que te enamora.

Se termina la Comunidad Asturiana y con ello las vistas al mar, los acantilados los pueblos y aldeas asomados a la cornisa. Después la etapa se dirige hacia el interior, en Ribadeo nos despedimos del mar cantábrico para adentrarnos entre masas de eucaliptos por el Lugo rural.

La etapa sale de Luarca en subida para encaramarse a la peña que encajona el río Negro y, por una pista asfaltada, se aleja del pueblo para ir a cruzar la N-634.
Durante unos 10 km transcurre por pistas y carreteras secundarias más o menos paralelas a la N-634, sin poderla evitar en algún tramo corto, hasta llegar a Navia. Tras cruzar la ría, de nuevo unos km de pistas de tierra y asfalto nos permiten esquivar la nacional a la que nos vemos abocados sin remisión para llegar a La Caridad.

Después de La Caridad de nuevo la N-634 hasta Lavandera, donde la dejamos y entramos en tramos de pistas y carreteras secundarias atravesando pueblos y aldeas, hasta volver a juntarnos de nuevo con ella para cruzar el puente de la ría de Ribadeo que sirve de frontera entre comunidades autonómicas.

Desde Ribadeo la etapa cabalga sobre carreteras secundarias de Lugo atravesando prados y bosques sembrados de caseríos y aldeas como Vilela, San Vicente y Vilamar antes de llegar al pueblo de Lourenzá, desde donde tras coronar una pequeña cota entre bosque se dirige al final de etapa en Mondoñedo.

Esta quizás sea la etapa más “salvaje” de la ruta, la Galicia rural se abre ante nosotros con su belleza bucólica. Bosques de eucaliptos, mares de helechos, valles verdes con el ganado pastando, aldeas, caseríos, hórreos y una agradable soledad nos acompañarán durante gran parte de la etapa.

Salimos de Mondoñedo por una carretera comarcal, sin apenas tráfico, por la que ascenderemos durante 8 kilómetros. Bajo las ramas de castaños, robles y eucaliptos iremos pasando por pequeños núcleos de población hasta llegar a la aldea de Lousada. Tras Lousada la etapa sigue cogiendo altura, con alguna rampa considerable, antes de llegar a Abadín.

A partir de aquí, entre los 400 metros y los 500 metros de altitud, ya sin grandes desniveles, vamos a disfrutar de la Terra Chá, una comarca gallega que, como su nombre indica, se caracteriza por un trazado llano repleto de prados y pastizales. Por este entorno llegamos a Villalba y 20 km después al final de la Terra Chá en Baamonde.

Despedimos a Baamonde por la N-VI, que la seguimos durante cerca de tres kilómetros, en dirección A Coruña, hasta abandonarla por la izquierda. Pasamos la vía del ferrocarril, un puente gótico sobre el río Parga y cogemos una senda boscosa junto a la Capilla de San Alberte. De este tramo pasaremos a otros por pistas asfaltadas y sendas hasta llegar a Santa Leocadia y después Xeixón.

La etapa continua cogiendo altura poco a poco por la LU-2119 que después se encuentra con la LU-934 (a la altura de Pedramor), la cogemos a la derecha en dirección Sobrado para entrar en la Provincia de A Coruña y, en pocos km, nos encontramos con la laguna de Sobrado puerta de entrada al pueblo monacal.

La última etapa de la ruta, corta y sin apenas dificultades por su perfil con tendencia a bajar altura, aunque no exenta de algún rampón exigente.

El tradicional Camino del Norte dice adiós a su trazado original en Arzúa, donde se junta con el Camino Francés. Sin embargo nosotros, para tratar de esquivar en lo posible la riada de peregrinos que se produce en este Camino en las cercanías de Santiago, a mitad de etapa, en Boimorto, nos desviamos del trazado original y en lugar de seguir la AC-0602 que nos llevaría a Arzua, optamos por la AC-0603 que se orienta más hacia el oeste.

Con esto se esquivan unos 13 km del concurrido camino Camino Francés, con el que nos encontranos a la altura del caserío de Xen, entre Salceda y A Rua.

A partir de aquí continuamos por el tradicional itinerario del Camino Francés los últimos 20 km, que ya compartiremos con los cientos de peregrinos hasta el Monto do Gozo y la Plaza del Obradoiro a los pies de la Catedral de Santiago.