La etapa de hoy es corta y cómoda pues tiene muchos km de bajada y el resto prácticamente llano y además transcurre por asfalto. Antes de salir desayunamos un poco en el apartamento a base de bollería, leche y zumos que habíamos comprado ayer en la tienda de la aldea.

Tenemos que esperar un rato a la chica responsable de cobrarnos el alojamiento, al final aparece le pagamos y arrancamos el último día de este viaje.

Salimos de Venta del Charco por la carretera a Marmolejo que durante bastantes km coincide con el trazado de antiguas vías pecuarias. Primero tenemos unos 4 km de falso llano y después ya comienza una divertida bajada de unos 16 km que nos llevan atravesando el P. N. de Cardeña y Montoro hacia el sur y luego bordeándolo hacia el este hasta llegar al hermoso embalse de Las Yeguas.

Continuamos hacia Marmolejo dejando atrás la provincia de Córdoba y el Parque Natural de Cardeña y Montoro y entramos en la de Jaén por el valle del Guadalquivir. En el entorno se cambia la imagen de nuestra panorámica, de las dehesas cargadas de encinas y alcornocales pasamos a la uniformidad de los inmensos olivares jienenses.

Tras unos 2 km de bajada nos encontramos con el Guadalquivir que lo cruzamos por un bonito puente a la altura del Balneario de Marmolejo. El viaje se está terminando y nos vamos recreando en cada parada, seguramente en nuestros subconscientes queremos ralentizarlo, alargar en el tiempo la despedida.

En un par de km más nos adentramos en Marmolejo, el primer pueblo de Jaen. Lo atravesamos y continuamos, otros 12 km prácticamente llanos, siguiendo la ribera del Guadalquivir hasta el puente romano por donde volvemos a cruzar el río andaluz para llegar a nuestro destino final en Andujar.

Una vez en Andujar buscamos la estación de autobuses y, en un aparcamiento cercano donde pudimos estacionar la furgo, procedimos a quitarnos el traje de romanos, vestirnos de personas y cargar la furgo con las bicis y los petates.

Habíamos llegado temprano con lo que todavía tuvimos tiempo de desayunar en una cafetería cercana antes de despedirnos, pues desde Andujar a Granada tres viajarían con la furgo y los 6 restantes en bus, primero desde Andujar a Jaén, donde tuvimos tiempo de dar una vuelta por el centro de la ciudad y tomarnos unas cervecitas acompañadas de etupendas tapas mientras hacíamos tiempo para coger el bus de Granada.

Esto se acabó, otra pegatina más que le ponemos a nuestras alforjas. Un precioso viaje en el que el buen tiempo ha estado siempre presente, incluso con un par de días bastantes calurosos. Han sido 7 días compartidos con buenos amigos por un entorno maravilloso, recorriendo parques y espacios naturales a la sombra de Sierra Morena. Bien comidos, bien bebidos y bien reídos, solo nos queda pedir:
¡¡EL AÑO QUE VIENE MÁS!!