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5ª Etapa: SAN MARTÍN - LAGOS DE SALIENCIA - POLA DE SOMIEDO
Otra grandiosa etapa, aderezada con todos los ingredientes de una buena etapa cicloturista, en la que remontaremos otros dos puertos típicos (en este caso ambos con una vertiente asturiana y la otra leonesa), cambiaremos de parque natural abandonando el límite del P.N. de La Ubiñas - La Mesa y tras una incursión en territorio leonés volveremos a Asturias para internarnos en el P. N. de Somiedo, ambos en el entorno de la comarca asturiana de Camín Real de la Mesa. Ciclaremos por carreteras, pistas, senderos y vegas, visitando impresionantes monumentos naturales por los montes fronterizos astur - leoneses.
Amanece una mañana tapada con algo de lluvia, poco más que un chirimiri, después de ir a desayunar al Bar Laureano en el que tuvimos la oportunidad de conocer al susodicho (un jubilado que saborea el paso del tiempo), regresamos al piso donde nos hospedaron para arrancar la 5ª etapa. Hemos pernoctado en un valle y, en consecuencia, para salir de aquí hay que subir. Tenemos por delante el puerto de La Ventana, que por su vertiente asturiana tiene como unos 20 km de subida continuada, sin un desnivel demasiado exigente pero muy largo. Además durante la subida tenemos varios hitos turísticos así que arrancamos tranquilamente, sin prisas pero sin pausas salimos por la As-228 por la que realizaremos toda la subida. Cuando preparamos el viaje ya estaba previsto subirlo por la carretera pero ese día descubrimos, pero ya tarde, que al parecer existe una prolongación reciente de la Senda del Oso desde Entralgo hasta la Cueva Huerta.

A unos 3 km nos encontramos con la entrada al Parque de la Prehistoria pero es demasiado temprano para que esté abierto, así que nos conformamos con la foto recordatorio y aprovechamos para ir quitándonos alguna capa de ropa pues la subida ya nos está calentando y no llueve. Continuamos la subida y poco más adelante atravesamos la aldea de San Salvador dejando a la izquierda el desvío al Santuario del Cabrano, pero a la salida de la localidad nos tenemos que parar para reparar un pinchazo. Durante la reparación, nuestro particular "ruiseñor" nos da una serenata que hasta llama la atención de alguna lugareña que abre sus ventanas para deleitarse con semejantes "trinos", este año Jorge nos está calentando la cabeza todo el viaje con el "Romance a Cordoba", cantado por Pepe Marchena, y el "jodio" se la sabe entera y se atreve, menudo tostón.

Después de San Salvador en unos 2 km ignoramos el desvío a Fresnedo y a sus Abrigos Rupestres con pinturas de la Edad de Bronce y un poco más adelante llegamos al desfiladero de la Foz de La Estrechura y, en su comienzo, nos encontramos con la Cueva de La Huerta, otro monumento natural del patrimonio asturiano que nuestro particular "cavernícola" se encargará de mostrarnos pues para eso hemos venido hasta aquí.
La Cueva de la Huerta declarada Monumento Natural en 2002, es una impresionante cavidad kárstica con un gran interés hidrogeológico y biológico, destacando la presencia invernal de una importante agrupación de murciélagos de cueva, la más numerosa de Asturias y una de las más importantes del noroeste de la Península Ibérica. Forma parte de un conjunto kárstico, compuesto por un desfiladero, sumidero, una enorme cueva, así como varios cauces subterráneos. El acceso regular a la cueva estaba cerrado, no sabemos si porque era temprano o porque no tocaba estar abierto, pero no queríamos pasar sin echarle un buen vistazo a la cueva, así que "buscamos las revueltas" y al final conseguimos visitar sus salas principales en plan autónomos con Martín ejerciendo de guía, él al final se quedó con Carlos "profundizando" la visita mientras los demás continuábamos con la subida del puerto.

Después de la cueva nos adentramos en el desfiladero, la carretera se comprime entre los paredones y el río, al principio tenemos un pequeño respiro en forma de falsa bajada donde cogeremos fuerzas para acometer la parte más exigente de la subida, nos quedan 13 km con porcentajes del 6 - 8%. Tras el descansillo pasamos un túnel y a la salida cruzamos el río Páramo, al tiempo que la carretera se empina entre las paredes del desfiladero. Como en 1,5 km salimos de la foz a la altura de la localidad de Páramo. Dejamos a la izquierda el pueblo y por encima, en la ladera de la sierra, la aldea Villa de Sub. Seguimos subiendo y en una triple paella pasamos el barranco de La Verde, después el reguero Riazores, y en una anchurón de la tercera curva nos paramos para disfrutar la panorámica.

Atrás se queda el desfiladero y las localidades de Páramo y Villa de Sub, por delante el valle se sigue ensanchando entre las montañas, y la carretera se interna entre bosque y sigue subiendo con una pendiente constante que nos va cargando las piernas poco a poco. En las contracurvas podemos observar a Martín que viene subiendo por detrás. Unos 3 Km más adelante, después de otro zigzagueo, nos encontramos con el desvio al Hayedo de Montegrande, donde esperamos a Martín mientras observamos los paneles didácticos de la flora existente por aquellos lares.
A continuación el valle se abre en dos, por la izquierda baja del collado el río Páramo y por la derecha continúa la carretera remontando el valle del río de la Puerca. Superamos el barranco del río Ortigosa y seguimos curveando en la subida bajo el bosque de hayas. En un anchurón de la carretera nos espera nuestro protector Carlos que conforme pasa los sufridos pedaleantes les va obsequiando con un dulce típico asturiano que nos da un poco de energía para rematar los últimos km de subida. La carretera supera la cabecera del río de la Puerca y retorna a la cuenca del Páramo por donde terminamos de subir este largo puerto. De nuevo las vistas a uno y otro lado del collado son espectaculares, en la vertiente leonesa se nos muestra el Espacio Natural del Valle de San Emiliano y Peña Ubiña.
Iniciamos la bajada leonesa de La Ventana y nos tenemos que parar un par de veces para disfrutar de la majestuosidad del valle San Emiliano custodiado por Las Ubiñas. Tras unos 5 km de cómoda bajada cogemos por la derecha el desvío a Torrestío. Tenemos algo más de 3 km por una carreterita local que remonta el río La Carrera que nos ofrece una bonita cascada en el recorrido. Torrestío es una pequeña aldea en la que su iglesia de Santo Tomás dispone de una espectacular espadaña con 3 campanas, que hasta se antoja desproporcionada con la enjundia de la iglesia. No podíamos pasar por Torrestío sin realizar parada de avituallamiento pues es la única localidad de la etapa donde poder hacerlo y todavía quedaba mucha "tela que cortar".

En la taberna del pueblo, donde tuvimos la oportunidad de disfrutar de la conversación de los lugareños esos castellano-astures curtidos y auténticos, nos prepararon los bocadillos más "contundentes" de todo el viaje, allí no se andan con chiquitas, pan y embutidos de pueblo y en cantidad para que sobre. Esta es una de esa paradas que recordaremos gratamente a lo largo de los años, encima aderezada con unas cuantas risas motivadas por un singular paseíllo torero de nuestro particular cavernícola calzando unas almadreñas.

Desde Torrestío tenemos que remontar el puerto de la Farrapona por una buena pista por la que incluso nos acompaña Carlos con la furgo. Son unos 4 km remontando el valle de Sañedo, la primera mitad con una pendiente media de en torno al 10% de desnivel y una segunda parte donde se empina un poco más con una media del 12%, pero con alguna rampita del 14%. El alto de La Farrapona es otro clásico, el año pasado asfaltaron su vertiente asturiana y fue final de etapa en la Vuelta 2011. Arriba en el puerto de nuevo cruzamos la frontera y volvemos a Asturias, regresamos a la comarca de Camín Real de la Mesa, pero ahora por el entorno del P. N. de Somiedo. Tenemos por delante otro maravilloso hito, denominado Monumento Natural Conjunto Lacustre de Somiedo, que comprende los lagos de Saliencia, el Lago del Valle y la zona de alta montaña situada entre estos lagos y el límite sur del concejo de Somiedo, destacando los Picos Albos.
En la cima de La Farrapona ya nos encontramos con el asfalto de la vertiente asturiana que termina en una explanada donde se ubicó la llegada de Vuelta 2011 y, por la izquierda, arranca una pista que es el PR AS-15 Ruta de los Lagos. El conjunto de los Lagos de Saliencia lo componen los lagos: La Cueva, Laguna de Almagrera o La Mina, Cervériz y Calabazosa o Lago Negro. Se encuentran catalogados como "Punto de Interés Geológico" por el Instituto Geominero de España. Es un conjunto de lagos de origen glaciar reunidos en una zona de alta montaña entre la peña de La Calabazosa y los Picos Albos, que rebasan los 2.100 m. de altitud. Comenzamos nuestro recorrido con una suave bajada de aproximadamente un kilómetro que nos acerca a un mirador junto al lago de La Cueva.
Describir la espectacularidad del recorrido a partir de aquí es harto difícil, no obstante, lo intentaremos apoyándonos en el excelente reportaje fotográfico del que disponemos. Continúa el itinerario bordeando el lago de La Cueva por la antigua pista de la mina de hierro, con una subida exigente que nos hace echar pie a tierra. Carlos, nuestro chofer - caminante viene detrás nuestro pues no se quiere perder el espectáculo. Una vez coronado el collado bordeamos la laguna de la Mina que se queda hundida a nuestra izquierda. Enseguida abandonamos las bicis y cogemos por la izquierda un sendero caminando en dirección al Alto de Calabazosa. Tras una corta caminata de unos 350 m se abre bajo nosotros la panorámica del lago de Calabazosa, el más grande de los que forman el conjunto lacustre, ocupa la depresión de una gran dolina excavada por disolución de la caliza e impermeabilizada después del depósito de sedimentos glaciares. A la derecha del Calabozosa se divisa el lago de Cervériz y la pradera del mismo nombre. Las panorámicas que se obtienen desde aquí de todo el conjunto lacustre y de las sierras circundantes es impresionante.
Después de la pequeña caminata al Calabazosa regresamos sobre nuestros pasos hasta donde habíamos dejados las bicis. Atravesamos la pradera de Cervériz y después caemos a la de Vega de Fresnéu y ésta nos da continuidad hasta la Vega de Camayor. A veces dando pedales y otras caminando, atravesamos el precioso valle de suaves pastos subalpinos, pequeños arroyos y algún humedal, por lo que en algún tramo tenemos que ir con cuidado para no meternos dentro. Salimos del valle remontando hacia la Llomba de Camayor y, a partir de aquí, se abre ante nosotros la panorámica de El Valle y las sierras de Somiedo. Después continuamos hacia la izquierda buscando la senda que va hacia la Laguna del Valle bordeando la sierra de Camayor.
El sendero por la ladera de la sierra es un poco dificultoso, y encima, siguiendo las indicaciones de un lugareño de Torrestío, en el inicio cogimos un ramal que iba demasiado alto, así que tuvimos que descender de nivel montaña abajo hasta alcanzar el trazado correcto del sendero. Este tramo le añadió un puntito de emoción y aventura a la extraordinaria etapa que llevábamos. Al final Jorge seguido por Martín se echaron ladera abajo hasta aterrizar en el valle y conseguir la pista central que sube desde la localidad de Valle del Lago atravesando el precioso valle. Una vez en la pista, una fuerte subida remata en el Lago del Valle. Otra preciosa laguna glaciar con un pequeño islote central y con un pequeño muro de contención del embalse. El resto del grupo se fueron valle abajo hacia el pueblo.
Mientras Martín y Jorge visitaban el lago del Valle, el resto del grupo los esperaba descansando en el pueblo de Valle de Lago, pero unas nubes amenazantes les hicieron seguir hasta el final de etapa. A la salida cruzamos un pequeño embalse e iniciamos una suave bajada de algo más de 3 km hasta el desvío a Urría, donde iniciamos una bajada en zig-zag que nos deposita en el valle del río Sousas por el que entramos en Pola de Somiedo, la capital del consejo. Todo el concejo forma parte del P. N. de Somiedo, habiendo sido declarado Reserva de la Biosfera. La vida social y económica ha cambiado, teniendo cada vez más importancia el sector de los servicios gracias al turismo, que hace del concejo parada obligada para todo aquel que quiera disfrutar de la belleza de la naturaleza.
El pueblo y su ubicación es un brillante broche final para una gran etapa de cicloturismo, así que después de la correspondiente duchita, nos fuimos a visitar el pueblo y, como no podía faltar, a degustar algunas tapas del lugar regadas con unas botellas de exquisita sidra asturiana. Nos hospedamos en la pensión ,Bar - Restaurante Parador Peñavera, 985763624 / 985763683, 32,5 € x pers. en media pensión.
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