La etapa tiene unos 50 kms y aunque no tiene grandes pendientes, sin embargo cuenta con un tramo de sendero que le hacen endurecerla.

Antiguos caminos de cabalgaduras hoy los encontramos casi cerrados por matorral espinoso dificultando el paso con los correspondientes arañazos y pinchazos. El recorrido es abierto y con pocos bosques lo que, junto a la dificultad de los tramos de sendero, la convierte en una etapa exigente y especialmente calurosa.

Aunque se atraviesa una zona habitada se percibe el fenómeno de la despoblación en las pequeñas poblaciones, algunas de ellas están totalmente abandonadas. Hay que asegurarse de llevar siempre agua, se puede repostar en Guiró antes de los tramos de sendero y en La Mola d’Amunt antes de la subida al Coll de Sas.

Salimos de la Vall Fosca dejando el Pallars a nuestra espalda  y en la parte final de la etapa rodaremos por la Alta Ribagorza para llegar a El Pont de Suert que es la capital y el centro comercial de la comarca.

Aunque El Pont de Suert es el ecuador de la TP para nosotros es el final de nuestro periplo por este vez, ya que tenemos el firme propósito de continuar la TP desde aquí el próximo año.

Ésta se podría calificar como la etapa reina del viaje por los 35 kms de subidas continuadas que hay en la primera parte de la etapa. Todo el recorrido transcurre por pistas cómodamente ciclables y por parajes poco poblados, por lo que hay que proveerse del avituallamiento sólido en la salida. En el camino hay numerosas fuentes con buen agua. Otra etapa exigente, aunque sin duda es otra bella etapa de alta montaña que te llena de satisfacciones, pues tiene de todo, subidas, falsos llanos y una bajada de 13 kms de las que dejan huella.

Se atraviesan las altas sierras del Pallars recorriendo las laderas de la característica cima El Montsent  de Pallars.

Tras subir durante mas de 4 horas podremos disfrutar de pedalear por encima de los 2000 mts de altura por zonas de pastos de alta montaña dónde los animales campan a sus anchas, especialmente los caballos.

Al llegar a la cabaña/refugio de Quatre Pins, dejamos a la derecha la pista que lleva a la estación de esquí de Super Espot, en las estribaciones del Parque Nacional d’Aigües Tortes i Estany de Sant Maurici. Al final de la etapa hay una larga y vertiginosa bajada desde el collado del Triador a Espuí en Vall Fosca.

Como cualquier etapa pirenaica, ésta también es exigente por lo 20 kms de subida continuada de su comienzo, aunque no hay grandes rampas pues las pendientes oscilan entre el 7 y el 10 %. Sin duda una preciosa etapa por el bucólico itinerario por donde transcurre.

Salimos del Alt Urgell por la carretera que, perpendicular a la LV-5134, sale de Noves siguiendo la orilla izquierda del río de Pallerolls. Subiremos las laderas de la parte izquierda del valle para después cruzarlo en su parte alta buscando Pallerols de Cantó (cerca del coll de Cantó).

Subiremos el collado de Sant Juan d’Erm dónde disfrutaremos de llanear por bosques por encima de los 1700 mts de altura. Este amplio collado es el punto de unión entre el Alt Urgell y el Pallars y en su mismo centro se encuentra el Refugio de la Basseta importante núcleo de esquí nórdico y excelente lugar para el avituallamiento en la etapa, es obligado parar en la Basseta.

Después extraordinarias bajadas hasta desembocar en la carretera de Sort a Llavorsí y, por la orilla del Noguera Pallaresa, llegaremos a Llavorsí precioso pueblo que es uno de los principales centros de deporte de aventura en Los Pirineos.

Por pistas de bastante desnivel pero en su mayoría bastantes ciclables salimos del valle del Llobregat en la comarca del Berguedá para llegar al valle del Segre en la comarca del Alt Urgel.
Otra etapa preciosa y exigente especialmente al principio dónde hay que saber gestionar el avituallamiento. En la primera parte de la etapa rodamos por el Parque Natural del Cadí-Moixeró, por las laderas meridionales de la Sierra del Cadí por parajes despoblados y solitarios sin posibilidad de avituallamiento hasta Tuixén.

Al principio de la etapa podemos contemplar la cara sur de los contrafuertes de Penyes Altes del Moixeró. Después se superan los altos collados de la vertiente sur del Cadí que se abren sobre el valle de Gresolet y la majestuosa pared de la cara norte del Pedraforca, a la cual nos acercaremos para bajar por una peligrosa torrentera que nos lleva al fondo del valle dónde Josa del Cadí nos da la bienvenida encaramada a una peña.

Después de Tuixen seguimos hacia el oeste el curso del río Lavansa entre la vertiente norte de la sierra del Pont del Comte y la sur del Cadí que lo vamos dejando a nuestras espaldas. Para finalizar se sube el collado de Arnat para después dejarse caer al valle del Segre que sirve de vía de comunicación entre Andorra y Lleida.

Para nosotros ésta es la etapa más corta de la ruta. Exceptuando Toses al principio de la etapa, después ya no hay lugares dónde poder comer así que en la salida hay que proveerse de comida. Se trata de otra etapa exigente en la que hay de todo, subidas constantes, prados llanos, bajadas sinuosas y técnicas y duro ejercicio de empujing.

Se empieza por la  comarca de La Cerdanya para adentrarse en el Parque Natural del Cadí-Moixeró. Por la comarca de La Cerdanya pasamos por las inmediaciones de la estación de esquí de La Molina, en esta zona se presentan varias alternativas. Una vez superada la Collada de Toses y el Pla de Aneylla llegamos a la Collada del Pedró y desde aquí se puede optar por bajar a La Molina o seguir subiendo por pista a Cap de Costa Rasa, nosotros desechamos bajar a La Molina (en Julio hay poco que hacer allí) y decidimos seguir subiendo hasta Cap de Costa Rasa para disfrutar de las panorámicas de La Molina desde arriba.

Igualmente al llegar al restaurante de Cap de Costa Rasa, hay una encrucijada y se presentan dos alternativas: la primera seguir subiendo por una pista que muere al coronar Puig Llansada en una torreta eléctrica a 2400 mts de altitud y después bajar por campo abierto la montaña hasta alcanzar la carretera justo en lo alto de Coll de Pal; la segunda alternativa, por la que optamos nosostros, desde Cap de Costa Rasa bajar por el Torrent Negre hasta encontrarse con la torrentada del Coll de Pal.

Al llegar a la torrentada del Coll de Pal se presentan de nuevo dos alternativas: seguir bajando por la torrentera hasta encontrarse con la carretera que va de La Molina a Masella y después subir por carretera el Coll de Pal, o por la que nosotros optamos de subir la torrentera del Coll de Pal haciendo un ejercicio de empujing durante casi 1 km, por un auténtico pedegral con pendientes que alcanzan el 23% en algunos tramos, hasta alcanzar la carretera del Coll del Pal poco antes de su cresta ¡un auténtico matadero!

Siendo una opinión personal del que suscribe, de las cuatro alternativas presentadas y por experiencias pasadas, me quedo con la que al llegar a Cap de Costa Rasa sigue subiendo hasta la torreta eléctrica del Puig Llansada (2400 mts) para después bajar la colina campo a través hasta la carretera del Coll de Pal justo en la creta del mismo. Así se evita la “tajada” un tanto absurda que se puede observar en el perfil, con una peligrosa bajada de 1,2 km con un desnivel medio del 17% y después 1 km de empujing con un desnivel medio del 19%.

De cualquier forma la etapa llega al Coll de Pal para después bajar por carretera unos 2.5 kms y coger una pista que sale por la derecha entre el P.K. 17 y 16 y acometer la corta subida del Coll de la Bofia y después bajada hasta Bagá.

En esta etapa optamos por la variante que sube la Collada Verda. No es una etapa excesivamente dura pero si exigente porque tiene tramos muy duros a la salida de Abella y a mitad del ascenso a la collada (15-16%) que nos abligarán al primer ejercicio de “empujing”. La bajada a Pardines es bastante técnica por su pendiente y las piedras. También hay fuertes subidas después de Ribes de Freser al alcanzar la pista de Campelles a Planoles.

Se atraviesa la comarca del Ripollés, situada en la vertiente meridional de los Pirineos, esta reserva natural abarca los municipios de Queralbs, Ribes de Freser, Setcases, Toses y Vilallonga de Ter, y se caracteriza, básicamente, por los prados alpinos de las zonas situadas a mayor altitud. La etapa empieza en el valle del Ter, (valle de Camprodón) y tras la Collada Verda pasa al valle del Segadell y del Freser, dejando al sur la sierra Cavallera y al norte los picos pirenaicos que nos separan del valle de Nuria. Después de Ribes de Freser, antiguo centro balneario, nos adentramos en el valle del río Rigard para llegar a Planoles y Fornells de la Muntanya.

El recorrido atraviesa varias poblaciones algunas de ellas colgadas de las laderas montañosas, La Roca y Abella en la ladera oriental de la Collada Verda y Pardines y Ribes de Freser al otro lado. Este último se halla situado en la confluencia de tres ríos, el Rigard, el Segadell y el Freser, que le dan al pueblo una forma de Y enclavado en el fondo del valle y arropado y protegido por altas montañas. El clima fresco y agradable del verano, la belleza de sus alrededores, los manantiales de agua mineral y la proximidad a las grandes estaciones de esquí del Pirineo convirtieron a Ribes, ya desde principios de siglo XX, en un lugar privilegiado para el descanso, el veraneo y la práctica del turismo de montaña.

En esta etapa se atraviesa el norte de la Garrotxa, una de las comarcas más características de la media montaña pirenaica. Se trata de una preciosa etapa que se puede considerar exigente especialmente por las duras rampas que nos encontramos en algunos tramos entre el 12 y 15 % en las subidas al Coll de Riu y el Coll de Carrares.

No se atraviesan poblaciones significativas hasta llegar a Sant Pau de Seguries a unos 8 km de Camprodón, si bien existen algunos lugares en el camino dónde poder parar para avituallarse a partir de Sardenes.

Por tupidos bosques se corona el Collado de Riu, bajada al río de Sant Aniol con su espectacular barranco y las Sardernes. A continuación el valle del río Llierca y antes de llegar a Montagut nos desviamos a la derecha en dirección Can Banal, llegamos a la carretera que lleva a Castellfolit de la Roca y la abandonamos para continuar pegados a la riera de Castellar, después la riera de Carreres hasta subir el Coll de Carreres para adentrarnos en el Vall del Bac encajonado entre montañas. Coronamos el collado de Sant Pau y descendemos al valle del río Ter que nos llevará a Camprodón, uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados del pirineo oriental.

Centro del valle de Camprodón, en la confluencia del Ter y el Ritort, la villa tiene su origen en el monasterio benedictino de Sant Pere. Entre las actividades industriales de Camprodón destaca la fabricación de galletas y embutidos. Desde finales del siglo pasado, el sector centrado por el paseo de Maristany, donde hay villas señoriales y magníficos chalets, se convirtió en lugar de veraneo. Del casco antiguo cabe destacar la iglesia del antiguo monasterio (1169) con planta de cruz latina, cinco ábsides cuadrados y un airoso campanario sobre la cúpula del crucero; el Pont Nou (s. XIV) sobre el Ter, y la iglesia gótica de Santa María.

Mapas Interactivos

Esta 1ª etapa que podríamos llamar de precalentamiento, en el fondo es una rompepiernas, un continuo sube baja con una cota máxima en los 400 mt de altura. Son casi 70 kms, unos 50 kms por pistas en buen estado y el resto carreteras secundarias.

El recorrido atraviesa varias poblaciones en las que hay que tener cuidado con la orientación para salir de ellas por el camino correcto: Vilamaniscle, Rabós d’Empordá, Empolla, Cantallops, Agullana, Darnius y Sant Llorenç de la Muga.

La etapa original recorre el norte de la comarca del Alt Empordá, desde Llançá  hasta Albanya dónde comienza la Garrotxa. Antes de llegar a Vilamaniscle se remonta la sierra de Baga d’en Ferrán en las estribaciones de la sierra de la Albera pirenaica y después de Darnius se bordea el pantano de Boadella.

El Alt Empordà está formado básicamente por una llanura aluvial recorrida por los ríos Muga y Fluviá, abierta entre la pirenaica Sierra de Albera y una franja de tierra de escasa densidad al norte, y la pequeña Sierra de Valldavià y el macizo de Montgrí, al Sur. Este territorio está marcado pues, por la proximidad existente entre el mar y el Pirineo. Viñedos, alcornocales y bosques de pinos acompañan el itinerario.