El entorno del Parque Natural de Los Arribes del Duero es el objetivo principal del viaje de este año, no obstante, la travesía del mismo no da para más de 4 días a no ser que se haga una circular uniendo la parte española ( Los Arribes) y la portuguesa (Parque Natural do Douro Internacional). Para hacerlo un poco más largo y por cuestiones logísticas de desplazamiento se planifican 6 etapas a las que hay que añadirles los correspondientes desplazamientos de ida y vuelta.

Por diversas cuestiones personales el número de "pedaleantes" de este año se reduce respecto al de los años anteriores, además nuestro conductor (Carlos) tampoco está disponible, así que por momentos se planteó la posibilidad de hacer el recorrido con alforjas y sin coche de apoyo, pero al final se concluye en hacerlo con una furgo pequeña que la llevaremos durante todo el viaje alternándonos en su conducción.

El 31 de Mayo, los "pedaleantes" Blas, Martín, José Luis, Juan Pablo y Pedro, suben desde Granada con un turismo y la furgo alquilados hasta Tordesillas, recogiendo en el camino (Medina del Campo) a Jorge con su bici que se traslada en tren desde Salamanca tras otro viaje alforjero con sus colegas mallorquines. Una vez en Tordesillas, se descarga todo y se desplazan ambos vehículos para entregar el turismo en Valladolid y retornar con la furgo a Tordesillas para rendir la cumplida visita turística a la histórica localidad, desde donde arrancará la ruta en bici al día siguiente. En Tordesillas nos hospedamos en Hostal S. Antolín 983.796.771, C/ S. Antolín 8, 21€ x pers. (Aloj.+Des), buena relación calidad-precio y óptima situación.

La última etapa la terminamos en Salamanca donde, aparte de su gran interés turístico, tenemos la posibilidad de alquiler un coche para regresar a Granada.

A lo largo de 6 etapas recorreremos algo menos de 500 km, con un desnivel acumulado positivo en torno a los 8.000 m por un terreno ondulado pero sin grandes cotas. Durante los primeros 4 días el recorrido sigue mayoritariamente el trazado del Camino Natural de la Senda del Duero (GR-14) en su tramo más occidental, si bien se han realizado algunas variaciones puntuales respecto a dicho trazado por motivos de interés turístico o logística de alojamientos. En el recorrido se mezcla la historia castellana y la naturaleza rural de sus tierras despobladas. Después nos despedimos del Duero que se interna en Portugal y continuamos por tierras salmantinas siguiendo la cuenca del río Águeda hasta Ciudad Rodrigo y terminaremos atravesando las dehesas del "Campo Charro" hasta Salamanca.

La primera etapa une las localidades castellanas de Tordesillas, Toro y Zamora pasando por la Reserva Natural de las Riberas de Castronuño-Vega del Duero. A partir de Zamora nos adentramos en el entorno del P. N. de Los Arribes del Duero. Arribes, arribas o arribanzo es como se denomina a la geografía originada por la erosión de los ríos Águeda, Duero, Esla, Huebra, Tormes y Uces en este territorio. Presenta una zona de depresión y otra de penillanura. Los grandes desniveles de la zona, el alto caudal del Duero y los numerosos ríos que en él desembocan, convierten al parque en uno de los puntos de mayor potencial hidroeléctrico de toda la península ibérica. Por ello, se ha ido construyendo una red de presas y embalses conocida como Saltos del Duero. Su peculiaridad orográfica propicia un microclima mediterráneo que contribuye a la diversidad vegetal y convierte al parque en un lugar idóneo para el refugio de la fauna salvaje, especialmente para las aves. Asimismo, su ubicación fronteriza, alejada de los grandes núcleos de población y con escasas infraestructuras, ha propiciado la despoblación de este territorio que sin embargo conserva un amplio patrimonio histórico, cultural y natural.

Tras recorrer Los Arribes de norte a sur, recalaremos en Ciudad Rodrigo con su amurallamiento medieval signo de la importante situación estratégica de la ciudad que destaca como una de los principales conjuntos histórico artísticos del oeste castellano. Al final la ruta se dirige hacia Salamanca siguiendo los trazados de diversas vías pecuarias por las dehesas del Campo Charro de la meseta central, un terreno llano o ligeramente ondulado con encinas y pastos en los que podemos contemplar la ganadería, compuesta principalmente de reses de raza brava o morucha y cerdo ibérico, pastando libremente entre las encinas.