2ª Etapa: BOÑAR - Vega de Brañagallones - CAMPO DE CASO
La primera parte de la etapa seguimos por la provincia de León, en su Comarca de Las Montañas, circularemos por la parte más occidental del Parque Regional de Los Picos de Europa, por los municipios de Boñar y de Puebla de Lillo en el entorno de Los Picos y Reserva Nacional de Mampodre. Después cruzamos la frontera y nos adentramos en el principado de Asturias por la antigua carretera As-117 que atraviesa el Valle del Nalón en el interior del Parque Natural de Redes, por el que nos moveremos durante la segunda parte de la etapa y gran parte de la siguiente.
Salimos de Boñar en dirección Norte siguiendo la cuenca del río Porma. Pronto encontramos los carteles indicadores de que nos encontramos en el Parque Regional de Los Picos de Europa en León. Pasamos por la aldea de Valdecastillo, dejando el núcleo poblacional a la izquierda y seguimos por la carretera Le-331 y pronto encaramos una larga recta con la presa del embalse del Porma en el horizonte. Como a mitad de la recta nos encontramos por la izquierda el desvío a Valdehuesa y Rucayo, lo cogemos por la izquierda para inmediatamente después coger una pista que sale por la derecha y que remonta la ladera del monte hasta alcanzar la presa del embalse. Donde obtendremos unas vistas inmejorables del embalse por un lado y del muro, la central eléctrica y el valle del Porma por otro.
Cruzamos la presa y tenemos unos 11 km bordeando el embalse por la carretera Le-331 que nos va introduciendo en el entorno de la Reserva Nacional de Mampodre, el nombre de Mampodre se hace venir de "manos podadas", el castigo que infligían los conquistadores romanos a los astures rebeldes, a quienes confinaban (historia o leyenda) en estos montes en el interior P. R. de Los Picos de Europa, todavía en la provincia leonesa. Durante 11 cómodos km circulamos en torno al embalse disfrutando de las estupendas panorámicas que nos ofrece custodiado por los picos de la Reserva de Mampodre.
A la altura del p.k.13, a la salida de un pequeño túnel, nos paramos en el mirador de Vegamián para "empaparnos" de las imágenes. Después continuamos por la orilla del embalse y unos 3 km más adelante dejamos por la izquierda el caserío semiderruido de los Lodares y, como 1,4 km más adelante, cruzamos el arroyo del Piornal de Vegamián que nos da paso a un pequeño collado que salva el cerro de la Cuba dejando a la izquierda la Peña de la Vega que ejerce de península en el embalse. Después de cruzar varios arroyos más, dejar algunos desvíos por la derecha y atravesar un par de túneles, encaramos el valle del Porma remontando su margen izquierdo hasta la Puebla de Lillo, la capital del municipio y desde su existencia, en torno al año mil, siempre ha sido el núcleo más importante y vertebrador de la comarca al estar situado en el camino que unía la Meseta con el Cantábrico por el puerto de San Isidro. Después de la correspondiente parada turística y de avituallamiento continuamos de Puebla de Lillo la carretera se abre en dos, por la izquierda nos llevaría hacia Oviedo superando el puerto de San Isidro y su estación de esquí. Nosotros nos vamos por la derecha para ascender el puerto de Las Señales. Primero nos encontramos con la villa de Cofiñal, típico pueblecito de montaña que se asienta muy cerca de las fuentes del río Porma y aliado de la antigua calzada romana y de unas fuentes termales, en las que además de curar dolencias, sus aguas servían para limpiar las tripas de las cabras en época de matanzas para hacer morcillas y chorizos. En la subida son típicas las cascadas o "forfogones", pequeños saltos de agua que se forman en los rápidos arroyos que bajan de las montañas. A la salida de Cofiñal el grupo se divide, la mayoría asciende por la carretera y Pedro, Martín y Jorge cogen un desvío por pista y sendero que cruza el río y remonta unos 2 km por su margen derecho durante los cuales tuvieron que mojarse las zapatillas antes de desembocar de nuevo en la carretera poco antes de alcanzar el arroyo y valle de Pinzón en el paraje de la Majada de las Ovejas. La subida es larga y tendida y nos permite disfrutar de las montañas que nos muestran sus mantos de brezo que tiñen de verde y morado sus laderas y, por la derecha, la preciosa Loma de Los Pinares de Lillo, uno de los escasísimos pinares autóctonos de la península Ibérica.
En el puerto de Las Señales nos reagrupamos de nuevo todos, desde arriba se obtienen estupendas panorámicas del maravilloso entorno montañés en el que nos encontramos. Desde Las Señales tenemos unos escasos 3km de bajada para alcanzar el puerto de Tarna que ejerce de frontera entre comunidades y nos da entrada al Principado de Asturias, históricamente ha sido el paso entre la meseta y las tierras asturianas. Igualmente el puerto de Tarna nos da paso al Parque Natural de Redes, enclavado en el sector de la montaña centro oriental, ocupando la totalidad de los concejos asturianos de Caso y Sobrescobio. En las inmediaciones del puerto de Tarna rendimos visita a dos puntos significativos: por un lado los bunkers de la Guerra Civil desde donde los milicianos asturianos defendían estos últimos reductos del avance del ejército nacional y, por otro lado al poco de iniciar la bajada, nos encontramos con Fuente Nalona, una pequeña fuente donde nace río Nalón.
Continuamos por la antigua carretera As-17 lo que se supone era el trazado de la antigua vía o camino real y que fue abierta al tráfico un año antes de la guerra civil del 36. En principio tenemos un falso llano y después la carretera va descendiendo el puerto de Tarna por la vertiente astur y, en unos 7 km zigzagueantes, nos encontramos con la localidad de Tarna, donde nos paramos para comer justo enfrente de su pequeña y coqueta iglesia. Después de repostar, teníamos unos 7 km de bajada más suave hasta el cruce de Pendones, la carretera y el río se comprimen por momentos encajonados por las laderas de las sierras laterales. Después la panorámica se ensancha un poco al alcanzar la aldea de La Fox que se orilla al margen derecho del Nalón y la carretera por el izquierdo. Poco más adelante el valle se ensancha aún más al alcanzar el pueblo de Bezanes, desde donde parte nuestra primera excursión de 21 km (ida+vuelta) para visitar la vega de Brañagallones por el PR AS-66. El primer tramo a la salida de Bezanes es bastante exigente con unos primeros 700 m con un 15% de promedio, después otros 1200 m con un 13% de promedio hasta alcanzar el mirador de Texu de la Oración. Desde este punto se divisan la Peña del Viento, la Rapaona y la confluencia del Río Monasterio y el Nalón, que ofrecen un espléndido y reparador paisaje. La ascensión se hace a partir de aquí más cómoda, disfrutándose de la variedad y singularidad que confieren al paisaje las numerosas brañas que orlan el camino: El Raigáu, primero, y El Fondín, Biaiz y Andorvíu, después. En esta última existe a orillas del camino una hermosa fuente para repostar agua y refrescarse. Tras pasar la majada de Grandiella el itinerario vuelve a hacerse más pendiente para entre hayas y abedules alcanzar el Argayu del Lobo, donde existe un voladizo que protege el camino de las nevadas. Enseguida, se atraviesa el Túnel del Crestón, tras el que se divisan ya, al oeste, los frondosos hayedos que pueblan el Monte de Redes. Desde el túnel del crestón queda un suave ascenso por la pista hasta alcanzar las praderas de Brañagallones. La actual vega es el resultado del relleno y colmatación natural de un antiguo lago de origen glaciar. Hace miles de años, la lengua glaciar que descendía por el valle del río Monasterio depósito las morrenas que aún se reconocen como pequeñas crestas al oeste de la vega. Los depósitos actuaron como presa natural y dieron lugar a la formación de un pequeño lago. Sin duda un lugar bucólico y espectacular que nos quisimos llevar cargado en todas las máquinas fotográficas que llevábamos. Se hacía tarde e irremisiblemente nos teníamos que ir de allí, así que casi a regañadientes iniciamos el camino de regreso a Bezanes que en sentido contrario se hace menos exigente.
En el camino de regreso, aparte de cruzarnos con Martín que se había retrasado en el camino de ida echando una siesta, nos encontrarnos con un gran y hermoso ejemplar de un toro semental que se atravesaba en el camino de salida de la vega supervisando nuestra marcha y que "amablemente" se echó a un lado para que los "acongojados" pedaleantes pasásemos rápidamente esquivando su impresionante presencia. Una vez de regreso en Bezanes retomamos la carretera del valle. Tenemos algo más de 6 km hasta el puente romano que nos recibe a la entrada de la capital del concejo de Caso. Después de las fotos en el puente entramos en Campo de Caso y buscamos nuestro lugar de alojamiento donde nos esperaban Ramón, A. Sánchez y Carlos.
En Campo de Caso nos hospedamos en el Hotel La Lastra 985608084 / 687779849 (45€ HD + 12€ cena + 5€ desayuno), una preciosa casa señorial que tiene hasta capilla privada, habilitada como hotel en la que algunos tuvieron el privilegio de dormir mientras que el resto lo hacían en una estupenda casa cercana habilitada como apartamentos de alquiler. Aparte de las bondades del alojamiento, la cena y el desayuno en el comedor de la casa central no le fueron a la zaga.
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