Esta última etapa es la más corta del viaje y la más plana, cambiaremos los valles y montañas por entorno de ribera y campos de cereales. Se termina el viaje y regresamos a la monumental León. Dos de nosotros tenían que llegar temprano para recoger los dos coches de alquiler con los que al día siguiente bajaríamos hasta Granada, así que Pedro y José Luis se van con Carlos en la furgo y el resto del grupo tenían que realizar la etapa prevista pedaleando. Efectivamente pedaleando se fue a León pero nada que ver con la etapa prevista, nos marcamos un Los Barrios de Luna - León por la carretera directa sin más. Sin saber bien por qué, se apoderó del grupo un "miedo escénico" a la más mínima aventura, una atracción incontrolable y ansiosa por la carretera pestosa con esas cajas metálicas que hacen ruido y echan humo, o quizás por ese ruido desagradable de las ruedas gordas sobre el asfalto, o tal vez un inexplicable deseo de llegar a León difícil de entender, en fin, un no se sabe bien qué, que hizo de esta última etapa un auténtico peñazo cuya descripción sería ofensivo para el lector. En consecuencia, en su lugar nos centraremos sobre el recorrido que teníamos previsto realizar.

Tras un reposado y no muy tempranero desayuno arranca la expedición desde el jardín de la casa de Pepe y Mari. En principio la etapa se antoja cómoda y bonita. Al arrancar A. Sánchez sale por delante y, como es su costumbre, se va por el camino equivocado nada más salir, el resto de pedaleantes salimos por la calle principal del pueblo y al llegar a la intersección con la CL-623 nos paramos para esperarlo. Una vez todos juntos bajamos tranquilamente y como en unos 3.5 km llegamos a Mora de Luna, el pueblo se queda a la izquierda de la carretera y seguimos bajando por el valle del río Luna; dejamos a la derecha la central hidráulica y la carretera se orilla al río, a continuación dejamos a la izquierda la pequeña ermita de San Roque y un área recreativa en la orilla del río. Poco después se queda a la derecha el desvío a Vega de Caballeros y después otro por la izquierda a Portilla. Entramos en el municipio de Soto y Amio y al poco encontramos un anchurón con una pista por la derecha que se interna por un pequeño bosque en el coto de pesca de Garaño y que era el camino a seguir en el recorrido previsto.

La pista cruza a la otra orilla del valle y baja entre el cauce derecho del río Luna y la autovía de La Plata durante 1.3 km , después pasa por debajo de la autovía y se interna en la localidad de Canales. Aquí cogemos la Le-493 que atraviesa la localidad en dirección León. Canales y La Magdalena son dos localidades unidas física y administrativamente, separadas sólo por el curso del río Luna. Nada más cruzar el puente tenemos que coger la orilla izquierda del río, bien bajando unas escaleras por la parte derecha del puente o bien haciendo un nudo de corbata por la parte izquierda del final del puente siguiendo los indicadores al Colegio Comarcal, Centro de Salud y Polideportivo. También tenemos la alternativa de seguir atravesando la localidad de La Magdalena hasta encontrarnos por la derecha el desvío por la Le-420 a Ríoseco de Tapia y La Bañeza.
Esta carretera local baja por la vega en dirección al Contraembalse de Selga de Ordas bordeando el perímetro del mismo hasta su presa. Se construyó en 1963, pocos años después del embalse de Los Barrios de Luna. Regula los riegos del Páramo y la ribera del Órbigo y hasta hace poco abastecía de agua la capital leonesa. Con el paso del tiempo y por la vegetación de sus márgenes, su entorno ha pasado a ser zona de acogida de numerosas aves acuáticas. Es actualmente una de

las principales zonas de invernada de dichas aves, y en sus orillas podemos ver también numerosas cigüeñas y garzas reales. Pero hay dos especies que son moradores fijos y son el ánade azulón, al que nosotros comúnmente llamamos "curro" y la focha común. Otro asiduo de la zona en los últimos años está siendo el cormorán, gran predador de truchas que, junto con el lucio, están mermando su población y ahora es frecuente ver enormes bandadas de ellos por los alrededores del pantanín. Bordearemos el embalse hasta su presa y continuamos en dirección localidad de Tapia de La Ribera por un entorno de ribera entre alamedas. A continuación bordeamos una pequeña loma sobre la que nos vigila los restos de la torre de un viejo castillo y, en la entrada de Tapia justo delante del cartel indicador de la localidad, cogemos una pista-senda por la derecha que nos llevará durante unos escasos 3 km siguiendo la vega del río Órbigo por los parajes de Los Jardines, El Castro, El Trasmolino y Los Perales hasta alcanzar la capital del municipio Ríoseco de Tapia.

A la salida de Rioseco de Tapia nos encontramos con un canal y una pista que transita pegado al mismo. La cogemos por la derecha siguiendo el trazado del canal hacia el sur durante unos 5 km hasta Espinosa de La Ribera, por un entorno de ribera fértil y rica en producción de diversos productos agrícolas, si bien la altitud determina que puedan verse afectados por heladas tardías. En Espinosa giramos hacia el este por una pista que remonta el arroyo de la Cuesta hacia la meseta y en unos escasos 4 km nos lleva a encontrarnos con la autovía justo en el Área de Servicio de Río Seco de Tapía, allí existe un puente elevado que nos permitirá cruzar la autovía y retomar una pista por la que nos encontraremos con el Cordel de las Merinas. Cruzamos el Cordel para continuar por el Camino de Los Llanos por el que abandonamos el municipio de Rioseco de Tapia y la Comarca de Luna y entramos en la Comarca de Tierra de León por su municipio de San Andrés del Rabanedo.
A partir de aquí nos quedan unos 17-18 km por pistas y caminos que circulan entre la vegetación arbórea de las zonas más altas donde predomina el roble melojo, las encinas y, en la zona de páramos, debido a la deforestación para cultivos y talas sin reposición no aparecen manchas arbóreas, dominando el tomillo, la jara, el brezo, escobas o retamas, piorno y espino.

En el último tramo de la etapa se desciende al valle del río Bernesga por cuya orilla entraremos en León. El viaje se termina con un día de turismo por León que estiramos todo lo que pudimos. Al día siguiente viaje de regreso a Granada, al paso por Madrid, la furgo se desvió a Barajas para dejar a Jorge en el aeropuerto que embarcaba esa tarde de regreso a Palma.


Durante 7 días hemos recorrido un entorno espectacular por los montes del norte de León y el centro sur del Principado de Asturias. Por las vertientes leonesas se coronan los puertos de Las Señales, el de Tarna y la Farrapona (por pista); por las vertientes asturianas se ascienden: La Colladona, La Cobertoria, La Ventana y El Puerto. Transitando por múltiples espacios naturales: Parque Regional de Los Picos de Europa, Parque Natural de Redes, Parque Natural La Ubiñas - La Mesa, Parque Natural de Somiedo y el Espacio Natural del Valle San Emiliano. Visitando numerosos monumentos naturales, cuevas, lagos, etc., circulado por hoces espectaculares, valles de ensueño y disfrutado de extraordinarias panorámicas naturales.