diablo bajando a tumba abierta los 3 km que separan la Villa de Medinaceli de la población nacida en torno a la N-II y la estación de ferrocarril. Con algún sustillo por en las curvas por la escasez de frenada llegamos al hotel con el tiempo justo de observar bajo cubierto como se ennegrecía el cielo y caía un tormentón de granizo. Después de acomodarnos y ducharnos, todavía pudimos disfrutar del sol en un relajante paseo por los alrededores.
Nos hospedamos en el Hostal Duque de Medinaceli; Carretera N-II; Telf. 975 326 111, dónde nos brindaron una exquisita atención. Cenamos en el hotel con la compañía de Ángel un amigo de Juan Pablo que se desplazó desde Sigüenza para saludarnos y agasajarnos con exquisitos dulces que nos trajo, entre ellos unos típicos bizcochos borrachos de Guadalajara elaborados por la familia Hernando que a Jorge le evocaron gratos recuerdos de Rubén, un integrante de la familia Hernando, al que conoció en el 2001 compartiendo Transpirenaica.
Anterior <<<
Cuando alcanzamos el arco romano de entrada a Medinaceli empieza a llover así que tenemos el tiempo justo de hacer la clásica foto y buscar refugio en los soportales de la plaza mayor. Tras el chubasco nos vamos por un café caliente en la entrada del pueblo, después aprovechamos para comprar pastas en el convento y visitar la histórica villa que siempre dispuso de gran relevancia a lo largo de los siglos por su situación estratégica a más de 1200 mt del altura entre la meseta castellana y el valle del Ebro.
Cuando estamos visitando la torre del castillo, observamos unos negros nubarrones que se acercaban amenazantes dejando una gran cortina debajo de ellos, así que como nos hospedamos en la parte baja en Medinaceli Estación, salimos como alma que lleva el
Salimos de Berlanga por la SO-152 dejando a nuestra izquierda la silueta del castillo, las murallas y el acueducto de Berlanga. Con la ilusión de visitar la Ermita Mozárabe de San Baudelio atravesamos Ciruela y Casillas de Berlanga, pero justo en el desvío a la ermita nos encontramos un cartelón anunciando que Lunes y Martes está cerrada y no se puede visitar, para algunos esto significa una pequeña alegría pues el camino era en subida, pero para muchos fue un gran chasco, ya que existía un especial interés en contemplar los restos de sus famosas pinturas después de haber visto en TV una reconstrucción virtual de las mismas en un programa reciente sobre la ruta del Cid.
Un poco cariacontecidos por la contrariedad de la ermita cerrada, el grupo reanuda su marcha por la SO-152, atravesamos Caltojar y después en Riba de Escalote cogemos la carretera SO-132 adentrándonos en el Espacio Natural Protegido de Los Altos de Barahona por un perfil ondulante de toboganes y siempre picando hacia arriba. Encaramado en las paredes de una peña y totalmente amurallado nos recibe el pueblo medieval de Rello declarado Bien de Interés Cultural, por lo que es visita obligada en nuestro itinerario, un paseo por sus calles te lleva a siglos atrás, si bien es una lástima observar como cada vez hay más casas abandonadas a su suerte con los techos derruidos.
Se debate la conveniencia de aprovechar la parada para comer o hacerlo más adelante, al final se decide aprovechar que el buen tiempo nos está acompañando y trasegar la mayor cantidad de km posible antes de que empiece a llover pues la etapa es larga, así que, tras resolver un problema con el desviador del plato de Antonio L., bajamos de Rello al Río Escalote desde dónde se tienen las mejores vistas del pueblo amurallado en lo alto de la roca. Cruzamos el río y tras unos 5 km de subida tendida atravesamos Marazovel, después otros 5 o 6 km de toboganes durante los cuales se pueden observar a los integrantes del grupo repartidos a lo largo de la carretera formando pequeños grupitos. Susana se muere de ganas por meter el plato en las bajadas pero no la dejamos en aras del aguante del maltrecho pedalier. En Barahona nos paramos en un bar para dar cuenta de las viandas que compramos en Berlanga pues las fuerzas empezaban a escasear. Al terminar de comer, el tiempo ya amenazaba tormenta y todavía nos quedaban 30 km por delante. Salimos de Barahona continuando por la carretera SO-132, por un constante sube y baja y algún falso llano, en unos 7 km llegamos a Romanillos de Medinaceli y de aquí unos 9 km más hasta Yelo. A la salida de Yelo Susana se pega a Pepito que pone uno de sus ritmitos machacones y ambos dejan al grupo esturreado en la subida hasta que las bridas de Susana hacen “cuac”. Bridas nuevas, reagrupamiento y continuamos hasta la última subida de llegada a Medinaceli justo al límite de las fuerzas de Antonio Sánchez.
Anterior <<<
>>> Siguiente
|Etapa 3|
Como cada día a las 8,30 ya estábamos desayunando en una cafetería de la plaza mayor del pueblo y preparados para iniciar una larga y bonita etapa. Antes de partir fuimos a un taller del pueblo para intentar reparar la bici de Susana pero era demasiado avería para ellos, así que con la bridas aguantando la caja pedalier iniciamos la etapa por el precioso parque a la orilla del Río Ucero. Por primera vez el día se presenta soleado y eso, junto a la belleza del entorno, impregna de alegría y optimo al grupo.
En poco más de 2 Km. nuestro camino (la SO-160) gira a la izquierda alejándose del Ucero en busca del Río Duero. En la época en que nos encontramos el color verde de los campos de pastos y cereales, las ruinas en el horizonte del Castillo de Gormaz y las atalayas en los cerros circundantes le dan al entorno un carácter bucólico que te retrotrae a aquellos tiempos, siglos atrás, en que Gormaz era quizás la fortaleza más importante de su época.

Tras cruzar el Duero y poco antes de llegar a Recuerda tenemos que parar para sustituir las bridas de la bici de Susana, con la experiencia vamos mejorando y cada vez aguantan más km. Mientras reparamos, Manolo y Antonio S. se adelantan para ir haciendo camino hacia Berlanga de Duero. Reanudamos la marcha y justo en la entrada de Recuerda giramos a la izquierda por una pista asfaltada que por el margen izquierdo del Duero nos lleva hasta Morales y después a Berlanga del Duero, otro bello e importante pueblo de la provincia Soriana.

En Berlanga, aparte de contemplar la típica arquitectura popular de sus calles y plazas con la figura del castillo y las murallas detrás, pudimos saborear una sabrosa y consistente torta de chicharrones que nos dio energías para muuuuchos Km., además compramos viandas para hacer una parada en el camino antes de llegar a Medinaceli, pues era pronto para comer y no queríamos arriesgar el no encontrar dónde hacerlo en los más de 60 Km. que nos quedaban de etapa.
EL RECORRIDO
Castillo de Gormaz : El castillo de Gormaz se convirtió en pieza clave de la defensa musulmana contra los reinos cristianos del norte y contribuyó a mantenerlos alejados de Medinaceli. El castillo de Gormaz llegó a ser la más grande fortaleza europea de su época: con un perímetro amurallado de 1.200 m, 446 m de largo, 28 torres y una forma muy alargada en dirección este-oeste. Su situación y sus excelentes condiciones de visibilidad permitían controlar una de las rutas de acceso hacia el norte y el río Duero y fue una de las posiciones estratégicas más codiciadas por musulmanes y cristianos durante los siglos IX y X. En el 975 el conde García Fernández, aliado con Sancho de Pamplona y Ramiro III de León asedia el castillo pero, mientras lo hace, es atacado por un ejército de rescate al mando de Galib y sufre una humillante derrota. Vuelve a intentarlo en el 978 con éxito y lo mantiene hasta el 983, cuando lo toma Almanzor. Permaneció en poder de los musulmanes hasta su conquista definitiva por los cristianos en el 1060 por parte de Fernando I de Castilla. Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, fue señor de Gormaz desde 1087. Será en esta época en que se funda el pueblo de Gormaz, a los pies del castillo.

BERLANGA DE DUERO Escorada hacia el sur-oeste y discurrida por tres ríos: Duero, Escalote y Talegones, la villa de Berlanga de Duero resulta, sin lugar a dudas, uno de los lugares más bellos e interesantes de toda la provincia de Soria. La singular belleza de su entorno se halla recortada por los Altos de Barahona al sur, el portillo de Andaluz a tres kilómetros, y el abrazo del Duero. Al abrigo del relieve calcáreo surgen microclimas como el que se da, en el discurrir del Escalote, en lo que se conoce como "La huerta de Morales". Su altura más significativa, "El Coborrón", protege el cerro sobre el que se asienta el castillo, pensado también como protección. La importancia histórica de la villa se comprende por hallarse en la línea del Duero, divisoria, durante toda la Edad Media, de los reinos moros y cristianos primero, y de los castellanos y aragoneses más tarde. Formaba, junto con las fortalezas de Gormaz, Osma, San Esteban y Atienza, esa línea real que era conquistada una y otra vez, tanto por la media luna como por la cruz. El Castillo de Berlanga de Duero: El esplendor llegaría en el Renacimiento, cuando los condestables de Castilla, los Fernández de Velasco, duques de Frías, Haro y unos catorce títulos más, Fueron "premiados" con Berlanga y los pueblos de alrededor, por los servicios prestados a la corona. Allí sentaron sus reales, engrandecieron la villa, mandaron construir la colegiata, edificaron su propia residencia, rehicieron los restos del emblemático castillo, fundaron un monasterio, un hospital, alzaron el rollo o picota a la entrada para decir a todo el que pasara, de quién era la villa, a quién se debía respeto y obediencia, quién imponía y ejecutaba la ley, y, en definitiva, a quienes debían pagar sus impuestos los súbditos de la majestad de turno. Y de aquella época son todos los restos que el visitante puede contemplar. Aquí nació Fray Tomás de Berlanga, figura universal del Renacimiento, consejero de reyes, descubridor de las Galápagos, dominico nacido en Berlanga, cuya casa todavía se conserva y que llegó a ser obispo de Panamá.

Ermita mozárabe S. Buadelio: La ermita mozárabe de San Baudelio de Berlanga, es un monumento de gran interés tanto por su arquitectura como por sus pinturas románicas, de una singularidad excepcional. Casi un milenio después de su construcción y pese a que parte de sus interesantísimas pinturas murales fueron vendidas a un marchante en 1922, y arrancadas de los muros tres años después, se la sigue conociendo hoy día como la "Capilla Sixtina" de Castilla y León. Las pinturas murales retiradas —para algunos, expoliadas— se conservan actualmente en diversos museos estadounidenses, y en el madrileño de El Prado. Según la tradición, la gruta a la que se entra por la esquina sur del interior de la ermita, debió de servir en su día como habitáculo de algún eremita. En torno a esta gruta y al manantial que brota y que hace más habitable el paraje, se organizó a finales del siglo X un cenobio o monasterio que hipotéticamente debió quedar adscrito a la advocación de San Baudelio, mártir galorromano del siglo IV, del que parece que circularon algunas reliquias, procedentes de Nimes, por diversos lugares de la geografía hispano visigoda, llegando finalmente a Toledo. Según parece, los antiguos discípulos de San Baudelio solían habitar en parajes apartados ubicados en las inmediaciones de fuentes de agua para evocar, de ese modo, el lugar donde San Baudelio había sido enterrado.

RELLO: Ubicada en el espacio natural protegido de "Altos de Barahona", y declarada Bien de Interés Cultural, el encanto de la villa de Rello reside fundamentalmente en su visita. Cuando paseamos por sus bien cuidadas calles, de casas consistentes y rodeadas de la espléndida muralla, tenemos la sensación de que el tiempo se ha detenido en la época medieval. Toda la superficie donde se asienta esta villa, está completamente amurallada y de este tipo de fortificados sobre peñas llamados "muela" en la provincia de Soria (Calatañazor, Medinaceli y Peñalcázar), es el mejor conservado y el que mejor proporciona la sensación de aislamiento del mundo actual y nos lleva sin esfuerzo por los caminos de la historia. Cortada en vertical sobre el cauce del río Escalote, es desde aquí, desde donde se aprecia mejor su conjunto espectacular.

MEDINACELI: La situación estratégica de Medinaceli, paso entre las mesetas castellanas y el Valle del Ebro a través del Río Jalón, hizo que esta población tuviera gran relevancia desde tiempos inmemoriales. Fue la celtibérica Ocilis, aunque este asentamiento no estaba exactamente en el lugar de la actual Medinaceli, sino que fueron los romanos, tras su conquista, quienes ocuparon el cerro actual. Medinaceli se asienta en la superficie de un altísimo cerro troncocónico a más de 1.200 metros de altitud, lo que hacía de ella un lugar casi inexpugnable. Fue importante ciudad romana, como lo atestiguan su famoso arco, los restos de las murallas y diversos mosaicos, algunos tan importantes como los que se han descubierto en la Plaza Mayor a pocos centímetros de la superficie. Medinaceli estaba en medio de calzadas que comunicaban Zaragoza con otras poblaciones del centro peninsular. Más famosa se hizo Medinaceli en tiempos califales ya que esta población y fortaleza, perteneciente a la Marca Media de contención musulmana contra los cristianos, se hizo célebre por constituir la base de operaciones de las aceifas árabes contra Castilla, Álava, etc. Se cree que el propio Almanzor fue enterrado aquí tras la incursión que lanzó contra el Monasterio de San Millán de la Cogolla en el año 1002. Según diversos historiadores, el caudillo árabe moriría en los alrededores de Borecórex y su cuerpo transportado hasta esta fortaleza. En el siglo XV la ciudad recibe la condición de Ducado, al concedérsele este título al quinto conde de Medinaceli, Don Luis de la Cerda. Es por ello que a partir del siglo XVI Medinaceli comienza un periodo de esplendor que supone la eliminación de templos medievales y la construcción de otros edificios (religiosos y civiles) en estilos renacentistas, barroco, etc. como la colegiata, el convento franciscano de Santa Isabel, el Palacio Ducal, el hospital de Santa Catalina, la Ermita del Humilladero y numerosas casas y palacios blasonados. El castillo de Medinaceli se encuentra en el extremo oeste del cerro que ocupa la villa. Posiblemente es obra de los siglos XIII y XIV. Su estampa es algo sobria al encontrarse desmochado. Es una ruina consolidada. Presenta forma aproximadamente cuadrada con una torre prismática en una esquina y cilíndrica en otra. El Arco romano de Medinaceli se abre a los barrancos que llegan hasta el Valle del Río Jalón y es referencia visual desde larguísimas distancias. Es un magnífico arco monumental de tres ojos que se ha considerado como arco de triunfo, aunque las últimas investigaciones arqueológicas lanzan la hipótesis de que se trate de una entrada monumental a la ciudad romana, puesto que se ha averiguado que la muralla romana estaba unida ha dicho arco. La magnífica Plaza Mayor de Medinaceli es una típica plaza castellana porticada de forma rectangular en la que se encuentran importantes edificios monumentales como la antigua Alhóndiga -obra del siglo XVII- con dos pisos de arcos y el Palacio Ducal obra capital de la arquitectura del siglo XVI. La Colegiata de Medinaceli es un enorme edificio del siglo XVI donde se combinan la arquitectura tardogótica con la renacentista. Se erigió en el lugar de una iglesia románica dedicada a Santa María.
DATOS DE INTERÉS GENERAL
>>> Siguiente
Etapa 3: EL BURGO DE OSMA - MEDINACELI