Etapa 2: SÁSTAGO - CASPE
En el comienzo de esta etapa se visita el Monasterio de Rueda y para llegar hasta allí se nos platean dos alternativas: Una salir de Sástago por la carretera A-221 cruzar el Ebro y tras remontar una pequeña colina bajar a la entrada del Monasterio, este es el camino más corto pues se esquivan unos 20 km bordeando meandros. La otra consiste en seguir el GR-99 que circula siguiendo los meandros por la orilla derecha entre Sástago y Escatrón, por el conocido como sendero de la Rosa. Nosotros optamos por el GR-99 para llegar a Escatrón y allí cruzar el río para visitar el Monasterio.
El camino sale de Sástago y siguiendo el margen derecho del río pasa por debajo del Castillo de la Palma, imponente castillo musulmán que protegía la ribera baja del Ebro. Los ruinosos torreones y murallas del castillo, situado en el altozano del cerro de la Rosa, envuelven en su centro a la ermita del Pilar, de estilo barroco de la última década de siglo XVII.
Dejando la silueta del castillo a nuestras espaldas y tras atravesar un tramo de vega por la huerta del Alar, el camino atraviesa las masías de La Rosa y se encañona y estrecha bordeando los meandros. Compartimos el camino con la Cabañera Real de Purborrel a Escatrón. Las lluvias de los días anteriores mantienen el camino con algunos charcos embarrados aunque podemos circular sin demasiadas dificultades. Después de atravesar la huerta de Tamargo y con la imagen de las chimeneas de la Central Térmica de Escatrón en el horizonte llegamos al Ensanche de Escatrón. Dejamos la entrada del pueblo a nuestra derecha y la central térmica a la izquierda y seguimos rectos por la A-221 para cruzar el río y girar a la derecha por la carreterita que da acceso al Monasterio de Rueda. La visita al monasterio nos permite viajar en el tiempo hasta el siglo XIII y pasear por el monasterio cisterciense más bello que constituye uno de los conjuntos monásticos cistercienses más importantes de Europa. En él se funden un compendio de estilos que va desde la zona medieval (iglesia, claustro y torre) a la parte renacentista y barroca donde se alza la hospedería, la Puerta Real o el edificio Galería. En su interior se ha habilitado un hotel de 4 *. Tras la visita al Monasterio volvemos por nuestras rodadas al margen derecho del río y llegamos a la zona fluvial de Escatrón donde paramos para rehabituallarnos con estupendos bocatas bien regados con el elixir rubio. Después continuamos por el camino que sale del pueblo por la A-221 durante unos 2 km, donde poco después del cruzar el río Martín, se desvía por la izquierda por una pista en subida. Al poco de iniciar la subida observo que Manoli no lleva el casco, se lo había dejado en el quicio de la ventana de la terraza del bar. Así que: "el que no tiene cabeza tiene que tener pies", bueno en este caso pedales y ruedas. Entre Escatrón y Chiprana el sendero del Ebro discurre por dos sectores bien diferenciados, pues de la ribera del río se pasa a las estepas que lo circundan para acercarse al valioso enclave de la salada de Chiprana. Nosotros tras el viaje de ida y vuelta para recuperar el casco y con unos oscuros nubarrones amenazando tormenta sobre nuestras cabezas, decidimos continuar por la A-221 hasta encontrarnos con el desvío a la Saladas de Chiprana en el que continuamos por el trazado del GR-99. La Reserva Natural de la Salada de Chiprana es un espacio natural único en el mundo por sus características geológicas y la flora y fauna que acoge, es la única laguna hipersalina permanente de la Península, considerado Humedal de Importancia Internacional. Después de la saladas el camino continúa por la vía pecuaria de Piarroyos y vuelve a la A-221 para alcanzar la población de Chiprana que se encuentra al borde de un acantilado al borde del Mar de Aragón. La tormenta nos sigue los talones y decidimos no entrar en el pueblo pues se va orientando hacia allí. Continuamos por la A-221 unos 4 km más donde unos bunkers-nidos de ametralladoras llaman nuestra atención, al acercarnos nos encontramos con otro de los Lugares de la Memoria de la Guerra Civil, las "Lomas Atrincheradas de Caspe". Aquí se conservan varios ramales de trincheras y nidos de ametralladoras, dispuestos en zig-zag para tener un mayor abanico de barrido. Nos adentramos por las trincheras y por momentos podemos retrotraernos a aquellos duros tiempos de enfrentamientos entre las "dos españas", una experiencia impresionante. Nos quedan poco más de 3 km para llegar a Caspe, una histórica ciudad que se alza en la desembocadura del Guadalope en el Ebro, represado en el Mar de Aragón. Caspe guarda varios atractivos monumentos y un patrimonio artístico-cultural acorde con su historia. Pinturas rupestres y yacimientos datados desde el Neolítico hasta la época romana como el mausoleo de Miralpeix y tramos de calzadas y villas.Del románico nos encontramos con la ermita de Santa María de Horta y de la época musulmana existen acequias, norias, sistemas de riesgo, arquitectura, palabras en el uso común del lenguaje. El Barrio Verde nos evoca la comunidad sefardí y las lacerías de la Colegiata y la Torre del Convento de Santo Domingo, el Mudéjar. Casas-palacio del Renacimiento y decenas de edificios catalogados Bien de Interés Cultural, nos mostrarán su esplendoroso pasado. La Torre de Salamanca (sede del Museo de Heráldica) y otros fuertes de vigilancia son símbolos de las guerras carlistas. Fue escenario en 1412 de la firma del "Compromiso de Caspe" por el cual Fernando I, accedió a la Corona de Aragón. En la época moderna y contemporánea, Caspe se vio afectada por bastantes conflictos militares, especialmente guerras carlistas y la guerra civil de 1936. En Caspe se creó la Confederación Hidrográfica del Ebro, fue Sede del Consejo de Aragón y se aprobó inicialmente el Estatuto de Autonomía de Aragón, interrumpido por el estallido de la Guerra Civil.
En Caspe nos hospedamos en la Pensión Don Quijote, 976630678, en el centro del pueblo, cerca de la Colegiata, está bien situada pero nos abstenemos de recomendarla, deficiente relación calidad-precio, al día siguiente desayunamos en un hostal frente a la estación de tren que hace mucho mejor pinta.
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