Por ahora se acabaron los puertos y las sierras, ahora le toca el turno a las playas y el mar, sin duda un entorno diferente pero igualmente interesante, tenemos por delante una etapa llana pero con algún repechón de considerable pendiente. Durante gran parte del recorrido el azul mediterráneo será nuestro impenitente compañero.
Salimos del hotel y antes de llegar a la Puerta de Purchena nos paramos en un bar a desayunar. Después bajamos la avenida en dirección al puerto y al antiguo embarcadero de mineral “El cable”. Después el paseo marítimo y ya en las afueras, antes de cruzar sobre la desembocadura del río Andarax, nos paramos en una gasolinera para darle manguera a las bicis y comprar bebidas isotónicas, cada día procuramos empezar la etapa con un bidón lleno de Aquarius y otro de agua.
Alternando paseo marítimo y carril bicis pasamos Costacabana a la altura del aeropuerto y a continuación da comienzo la pista de arena cercana a la playa. En principio es totalmente ciclable. Pasamos por delante de la Atalaya del Perdigal, después cruzamos varias ramblas, a nuestra derecha se queda la Casa Fuerte y a continuación entramos en Retamar. Como 1,5 km después, ya dentro de los límites costeros del Parque Natural Cabo de Gata – Nijar, nos encontramos en la playa la Ermita de La virgen del Mar y el torreón Torregarcía. A continuación cruzamos la rambla de las Amoladeras y aquí la TA se va por la pista que va más pegada a la playa, sin embargo Jorge, charlando con un biker al que ha perseguido desde Retamar, se va por otra pista paralela más interior marcada con empalizada que resulta ser más ciclable pues tiene menos arenales, luego se vuelven a juntar las dos pistas antes de cruzar la rambla de Morales en la que hay que echar pie a tierra para cruzar por la playa bordeando la pequeña albufera poblada de flamencos que nos da paso a la entrada al pueblo de San Miguel de Cabo de Gata. Es una buena hora para hidratarse un poco con el rubio elemento, así que nos vamos para el centro del pueblo a echar unas cervecitas con alguna tapa. Una vez recargado el carburante continuamos por carretera unos escasos 4 km en línea recta entre el mar y las salinas hasta llegar a Almadraba de Monteleva, un pequeño núcleo urbano de pescadores e industria salinera que sin duda ha conocido mejores tiempos, dominado por el singular edificio de la Iglesia. Después la carretera se empina un poco para bordear una loma y asomarse al faro del Cabo de Gata. Nos paramos para tomar las fotos de la playa con el faro y continuamos bordeando la loma para después bajar a la rambla del Corralete que nos lleva al mirador del faro. Tras la consabida mirada con foto volvemos unos metros sobre nuestras rodadas y nos vamos hacia el Aula de Mar. La salida de la rambla para subir a lo torre de Vela Blanca tiene un rampón como de 1,5 km con porcentaje medio del 11 %. A partir de aquí se termina el asfalto, la torre de vigía se queda a la derecha y continuamos por la izquierda por una pista que en principio nos mostrará bellos acantilados y después planea pasando cerca de las playa de Monsul primero y los Genoveses después, un paisaje de dunas y calas limpias de arena fina. Playas éstas que allá por el siglo XII vieron desembarcar un ejercitó formado por catalanes, francos, pisanos y genoveses y que aliados con Alfonso VII el Batallador contribuyeron a la conquista de Almería en poder de los musulmanes. No solo los genoveses dieron nombre a la playa si no que incluso en el centro del escudo de Almería se representa la enseña genovesa, una cruz latina, la Cruz de Génova. Antes de llegar a San José, por encima de una duna, asoman las aspas de un viejo molino que nos da entrada a un pueblo blanco que ha sabido sustituir la actividad pesquera e integrarse en el turismo sin realizar un destrozo urbanístico y natural. Una vez en el centro del pueblo paramos en un bar del parque para reponer energías e hidratarnos, pues es muy buena hora para ello y quedan muchos km por delante hasta Agua Amarga. Después del avituallamiento salimos de San Jose y según transcripción literal del rutómetro de la TA, dice: Este tramo comienza recorriendo el “sendero de Loma Pelada”, trazado de un proyecto de carretera (entre San José y Los Escullos) que por motivos conservacionistas nunca se llegó a elaborar. Ahora es una pista en mal estado que es aprovechada para trazar el sendero de gran recorrido GR-92. El mal estado de la pista obliga a desmontar en algún trozo e incluso empujar la bici, pero las magníficas vistas de los acantilados costeros lo compensan con creces. Y la verdad es que está todo dicho, nadie se puede sentir engañado pues tiene razón, hay un tramo de “empujing” a poco de abandonar la carretera a la salida de San Jose, que puede resultar muy duro para los alforjeros con mucho lastre, por su elevada pendiente y las piedras del sendero, aunque solo son unos 200 m. Después del “empujing” se nos muestran unas bonitas vistas de San Jose y los acantilados, a continuación la pista sendero GR-92 nos lleva bordeando el cerro Del Fraile (480m) serpenteando por los acantilados y atravesando un par de barrancos. Antes de llegar a Los Escullos la pista se encuentra asfalta, dejamos el pequeño pueblo a nuestra derecha y nos encontramos de frente con la carretera AL-4200 que cogemos por la derecha. La carretera va subiendo la loma de la montaña suavemente, pero luego se empina con mala leche en los últimos 300 m dejando un mirador a la derecha poco antes de coronar el collado. Después de coronar el collado y ya dándole la espalda al mar, iniciamos un suave descenso y llano que nos acerca a Rodalquilar, poblado de origen minero situado en un valle de inusual belleza, cerrado en forma circular por los montes y lomas mineras, ya sin actividad. Lo primero que nos encontramos al llegar al pueblo es el poblado abandonado con las casas que alojaban a los mineros, a continuación atravesamos el pueblo y en subida salimos por una pista que nos lleva a lo que queda de la antigua Planta Denver, instalación metalúrgica de cianuración utilizada en su día para la obtención del oro de la zona minera de Rodalquilar. La pista bordea las viejas instalaciones de la planta y después voltea el cerro para mostrarnos una panorámica de las antiguas minas hoy abandonadas que te dan una idea de la febril actividad minera que debió haber por esta zona años atrás. Emulando a Clint Eastwood y Lee Van Cleef continuamos sobre nuestras cabalgaduras por la pista de la Ruta del Cine y después de dejar a nuestra derecha la cortijada del Hornillo desembocamos en una carretera que por la derecha en unos 3 km nos adentra en la aldea Fernán Pérez. Aquí hacemos otra parada de hidratación, la gente está sesteando y todo está cerrado, solo unos niños jugando a la pelota en la plaza del pueblo, como el bar estaba cerrado una chavala nos indicó dónde estaba la tienda y allí fuimos para proveernos de bebidas y algo de picar y dimos cuenta de ello en un banco de la placita del pueblo.
Tras el refrigerio seguimos por una pista asfaltada y en poco menos de 10 km nos encontramos con la carretera de Agua Amarga, la TA la cruza y sigue por una rambla, nosotros nos fuimos por la carretera los últimos 5 km hasta Agua Amarga. Una vez en el pueblo y siguiendo los consejos y observaciones de "los sabios" de la TA, se nos plantea la disyuntiva de continuar otros 20 km para alojarnos en la Venta del Pobre y así poder acortar la etapa de mañana pues queremos llegar a Senés, para así acometer la subida a Los Filabres con la fresquita, pero, al ver el indicador del Hotel Family Jorge recuerda la recomendación de algún viajero de la TA y nos vamos para allí echando leches. Como decía Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó “mañana será otro día”. Un acierto, por el hotel, el servicio y la cena que nos pegamos al borde del mar en el restaurante de la playa viendo la caída del sol, un homenaje en toda regla para los sufridos trashumantes alforjeros. Nos hospedamos en Hotel Family Lomilla, S/N Tel: 950 138 014 Fax: 950 138 070 http://www.hotelfamily.es/ Muy buen servicio e igual relación calidad/precio 45 € por habitación doble con desayuno. Las habitaciones disponen de jarra termo para hacerse café o té y como queríamos salir muy temprano al día siguiente nos dejaron por la noche una bandeja con el desayuno, café, leche, zumos, pastas, fruta, etc. Un diez. |