El día se presenta bonito y la etapa no menos, de partida nos toca remontar la sierra de Los Filabres y por lo que tenemos leído ésta tiene miga. Nos levantamos temprano pues queríamos acometer la subida con la fresquita, pero ¡oh sorpresa! al preparar las bicis descrubimos alguna rueda floja, seguramente los efectos colaterales de las bolitas pinchudas de la salida de la rambla de Sorbas de ayer.
Durante el dasayuno la Sra. María ya nos advierte: la pista de subida no está mal pero cuando lleguéis a los pinos tendréis que empujar. A la salida del pueblo y antes de cruzar el barranco donde comienza la pista, Toni vuelve a tener la rueda desinflada, así que hay que buscar los pinchos cuidadosamente antes de seguir. Toni escudriña la cubierta meticulosamente y al final consigue limpiarla pues no volvió a pinchar. La salida se ha retrasado un poco pero nada insalvable, hace un día estupendo, soleado pero en las alturas hace fresquito.
La pista serpentea subiendo por la ladera y poco a poco Senés y su castillo se van quedando pequeños por debajo de nosotros a medida que se ensancha nuestra panorámica sobre los valles y montes de Los Filabres. A veces la pista nos cambia de vertiente lo que nos permite diferentes panorámicas de la sierra. Es difícil describir tantas sensaciones cuando te encuentras en estos lugares, por un lado el puntito de sufrimiento consecuencia de la pendiente y dificultad de la subida, pero por otro están la grandeza y magnitud de las vistas y esa percepción de libertad y poderío, de estar tan alto sin la ayuda de nadie. Pero bueno dejemos la prosa que se acercan los pinos que nos anunciaba la Sra. María. Tras un ligero replano se llega a lo que se supone la Fuente de la Mina, donde nos reagrupamos los 4 cabalgantes para ejercer de empujadores. La entrada en el pinar es realmente dura, con pendientes del 20 % imposible de ciclar, empujing del bueno. Pero “como no hay mal que 100 años dure”, al final la cosa de suaviza al alcanzar un cortafuegos que luego seguimos por su lateral hasta llegar a una excelente pista que cogemos por la izquierda. Continuamos por la carretera y en unos escasos 2 km llegamos al puerto de La Tetica; en el camino podemos contemplar el trabajo de los forestales, cuadrillas mixtas que cortan pinos y limpian el monte ayudándose de excelentes ejemplares de caballos percherones para arrastrar los troncos hasta zonas accesibles para los camiones. Cuando pasamos delante de ellos es el momento del almuerzo y el personal está en las sombra comiendo y descansado y al vernos se compadecen de nosotros ofreciéndonos a gritos su hospitalidad. Rechazamos amablemente la invitación pues estamos a punto de alcanzar la cima y desde el puerto de La Tetica ya es todo bajada hasta a Bacares, donde tenemos previsto un avituallamiento. La bajada a Bacares es un disfrute, a poco más de 4 km, en una curva de 180º a derechas, la TA se sale del asfalto por la izquierda y continúa bajando por pistas, allí nos paramos para deliberar qué hacer ¿pista o carretera?, la visión del pueblo al fondo del barranco y sus cervecitas frescas y bocatas de jamón esperando nos llaman, y nosotros que somos débiles no podemos rechazar otra invitación, así que optamos por la vía rápida y continuamos por la carretera en una vertiginosa bajada hasta el pueblo. El primer tramo de la etapa ha sido espectacular, tanto la subida como la bajada de Los Filabres han sido de los que dejan huella. Bacares es un pueblo acogedor, perteneciente a la comarca del Valle de Almanzora, con un castillo del siglo XIII y una bonita iglesia de tipo mudéjar de principios del XVI. Por el encanto de su arquitectura popular y de la naturaleza que lo rodea, Bacares se conoce como La Perla de los Filabres. Pese a ello, el turismo está poco desarrollado en la población, aunque en el Hotel Rte, Las Fuentes nos dispensan unos estupendos bocatas de jamón, se nota que estamos cerca de Serón por la calidad del mismo. Salimos de Bacares y después del cruzar el Barrancón iniciamos una subida de unos 2 km con pendientes por encima del 8% en dirección Tijola y Serón. Cogemos la pista por la derecha que lleva al área recreativa La Rosariera. Es una pista estupenda que poco a poco va cogiendo altura conforme bordea la loma del cerro ofreciéndonos buenas vistas sobre el valle del río de Gergal y la vertiente norte de Los Filabres. Nos encontramos una fuente a la izquierda del camino y después llegamos al área recreativa La Rosariera donde una fuente con un caño enorme nos alivia el calor. Continuamos bordeando el cerro en cómoda subida hasta un collado donde cogemos una pista que baja por la derecha y poco después la abandonamos para coger otra más secundaria por la izquierda que ya nos llevará a desembocar en la carretera que nos baja a Serón, en que nos encontramos con unos ciclistas de rueda flaca que bajaban a toda velocidad. Han sido unos 13 km de bajada hasta Serón que te obligan a paradas intermedias para descansar las manos de tanto frenar. En la bajada ya podemos otear el terreno plano de la Hoya de Baza por donde transcurre el próximo tramo.Serón nos da la bienvenida situado en la falda de una sierra que se prolonga de la de Baza a la de Filabres y dominado por su castillo de construcción nazarí del siglo XIII, dentro del cual se alza la Torre del Reloj. Su situación estratégica a la puerta del valle del Almanzora le dio suma importancia a lo largo de los siglos para todas las civilizaciones, los romanos le llamaron Serius, después en s. VIII pasó a ser musulmán, en el XV se integró en el Reino del Castilla, durante algunos años del s. XVI y con motivo de la sublevación morisca contra Felipe II, Serón reconoció como rey a Abén Humeya quién incluso se construyó un castillo cercano al pueblo. Además de sus monumentos e historia, en Serón el buen comer y buen beber está garantizado. No falta en ninguna parte un buen jamón o sus famosos embutidos. Aunque son muchos los productos cárnicos derivados del cerdo que caracterizan la actual industria en Serón, sin duda el protagonista es el Jamón, teniendo éste su propia fiesta; un fin de semana dedicado a la degustación del Jamón para los vecinos y visitantes.
Este segundo tramo de la etapa desde Bacares también ha sido una gozada y no podíamos pasar por Serón sin catar su jamón y además teníamos que revisar nuestra planificación de etapas y qué mejor que delante de una cervecita y un buen plato de jamón. Nos quedan dos días por delante y el segundo de ellos no podemos terminar muy tarde (máximo a las 5 de la tarde) pues allá donde terminemos nos tiene que recoger Pablo con su furgo para devolvernos a Granada. Teníamos 3 alternativas:
1.- El plan inicial, que contemplaba llegar hoy hasta Cortes de Baza superando la centena de km hoy, mañana hacer Cortes-Pontones y el último día Pontones-Beas del Segura y regreso a Granada. Tenemos muy reciente el palizón de ayer y no queremos repetirlo, así que descartamos otra paliza hoy y mañana. 2.- Pernoctar hoy en Baza, mañana subir a la sierra de Cazorla y dormir arriba en la Nava de San Pedro y el último día hacer Nava de San Pedro-Hornos y regreso a Granada. Descartado pues la Casa Nava de Pedro está cerrada. 3.- La más conservadora y la opción por la que optamos, pernoctar hoy en Baza, mañana hacer una etapa de transición llegando a los pies de la sierra de Cazorla en el hotel Rural de la Dehesa del Rincón en el pantano de La Bolera y último día hacer la travesía de la sierra de Cazorla y Segura desde La Bolera a Pontones y regreso a Granada. Contactamos con la Dehesa del Rincón para confirmarle que mañana pernoctaremos allí y continuamos la etapa del día saliendo de Serón hasta Los Zoilos en busca de la Via Verde del Almanzora que ha rescatado un tramo del antiguo trazado de la vía férrea conocida como la del Tren del Hierro, por donde se transportaba el mineral de los ricos yacimientos del Alto Almanzora hasta Águilas (Murcia) para desde aquí distribuirse a otros lugares.
Nada más cruzar el río Almanzora, a la entrada de Los Zoilos, nos montamos en la nueva Vía Verde que será nuestro camino en los próximos 10 km hasta cruzar la Rambla del Hijate en las cercanías del pueblo. Después de Hijate, a la altura de la antigua estación, nos salimos de la carretera y cogemos una pista por la derecha, el camino de Hijate a Valcabra. Ya de nuevo en la provincia granadina pedaleamos por el Altiplano de Baza por campos de cereales y huertos; son unos 20 km de perfil semiplano pasando por pequeños núcleos de población y cortijadas. En un par de ocasiones nos metemos en el cauce de la Rambla de Valcabra donde la casualidad nos hace coincidir con sendos rebaños de ovejas que nos hacen tragar un poco de polvo. Al final por zona de huertos entramos en la capital de la Comarca de la Hoya de Baza. Nos hospedamos en Hostal Anabel * C/. María de Luna - Tlf: 958-860-998. Alojamiento en HD con baño 45 € por HD. Cena para 4 personas 47 €. |