Otra gran etapa de BTT, en su transcurso saltaremos desde la comunidad de Madrid a la de Castilla la Mancha en la que entramos por la comarca de la Serranía de Guadalajara, por el noroeste de la provincia y el sur de la Sierra de Ayllón, una de las sierras orientales del Sistema Central. A lo largo de la etapa perdemos altura pero ello no significa que sea una etapa fácil pues también tiene sus subidas. Nuestro recorrido tiene algunas variaciones respecto a la TransIberia original (TI), en primer lugar alargamos la etapa hasta Cogolludo por cuestiones logísticas de alojamiento y distribución kilométrica de las etapas 2 y 3. También a lo largo del recorrido realizamos varias variantes respecto de la TI huyendo de los tramos poco ciclables en los que posiblemente nos veríamos obligados al "empujing".

De nuevo transitaremos por entornos serranos un tanto aislados y alejados de la civilización, las posibilidades de avituallamiento se encuentran: al principio de la etapa antes de los 20 km en Horcajuelo de la Sierra o Montejo de la Sierra y en el último tercio de la misma en Tamajón a más de 60 km del comienzo. Salimos por la N-1 y en menos de 2 km nos encontramos con un elevado que nos obliga a hacer una pequeña "pirula", tenemos que cruzar al arcén del sentido contrario para poder acceder a la pista del camino de Las Minas. Una vez en la pista tenemos algo más de 4,5 km de subida con pendiente media del 5%, bordeamos el pico de la Cebollera Nueva (1834 m) hasta juntarnos con el PR-23 poco antes de alcanzar el Alto de la Era. Desde aquí obtenemos las últimas panorámicas del Valle del Lozoya, de la Sierra de Guadarrama y de nuestro recorrido de la etapa anterior.

En el Alto de la Era pasamos un verja de retención del ganado y cambiamos de vertiente bajando por el Camino de las Pinillas que coincide con el PR-23. Al poco de iniciar la bajada dejamos por la izquierda una pista que va hacia la Tejera Negra, nosotros seguimos por derecha hasta alcanzar un hermoso prado donde pastan tranquilamente las vacas y toros con sus becerros y los caballos y yeguas con sus potrillos. El ganado nos observa y "amablemente" nos abre paso permitiéndonos pasar entre ellos y continuar nuestro descenso por el camino de las Pinillas que sigue la linea del barranco del arroyo Las Cabrillas.

La TI no pasa por Horcajuelo de la Sierra, antes de terminar la bajada abandona el PR-23 y coge por la izquierda una pista que cruza el barranco de Las Cabrillas y continúa por la otra vertiente hasta Montejo de la Sierra. Nosotros continuamos bajando por el camino de Las Pinillas (PR-23) hasta entrar en Horcajuelo de la Sierra que dispone de todos los servicios, pero a recomendación de una lugareña optamos por realizar parada de avituallamiento en el Mesón del Hayedo en Montejo de la Sierra que se encuentra a 2 km más adelante por carretera. Salimos de Montejo por la M-137 y como en 1,7 k alcanzamos un cruce que, por la izquierda nos indica el Pto. del Cardoso, y por la derecha el track original de TIB se interna por una pista hacia la ermita de Nazaret.

Después de la ermita la TI corona una loma y remonta el valle casi campo a través con el "empujing" asegurado. En consecuencia, nosotros añadimos otra variante para evitar este tramo poco ciclable: en el cruce de la M-137 seguimos de frente en dirección a La Hiruela, remontando el valle con la imagen del cerro del Porrejón y el collado Salinero en el horizonte. En la cabecera del valle giramos a la derecha en dirección a Puebla de la Sierra, después de 1,5 km retomamos la TI con una pista por la izquierda que se interna entre bosque en la Sierra del Rincón y en 1,8 km alcanza el collado Salinero a los pies del Porrejón.

En el Collado del Salinero cruzamos el GR-88 que en este tramo transita por el cordal de la sierra. Durante los siguientes 3,8 km bordeamos la cuerda de La Astilla y salvamos los barrancos del arroyo de La Astilla y de Las Huelgas para alcanzar el Collado de Las Palomas, justo en el límite fronterizo de CC. AA. y las provincias de Madrid y Guadalajara. En el Collado de Las Palomas (1602 m) podremos observar algún puesto de caza de las palomas torcaz y zorzal, autorizados en los pasos migratorios de las mismas que se localizan en la divisoria de aguas de las zonas montañosas más elevadas. Después por la Loma de la Peña bordeamos la Cabeza del Viejo (1680 m) y conectamos con el Camino de Los Arrieros que nos llega por la izquierda y lo seguimos hacia el collado de La Vihuela.

Sin cambiar de vertiente, poco después del collado de la Vihuela nos acercamos al collado Míjar y a continuación el collado de San Cristóbal. Aquí cruzamos el collado y cambiamos de vertiente para iniciar un rápido descenso de algo más de 6 km siguiendo el Camino de Los Arrieros por la laderas de la sierra hasta llegar a una encrucijada de caminos en el paraje del Corral de la Mesta. Aquí cogemos el primero por le derecha y seguimos bajando 1,5 km para llegar a la aldea La Vereda, un ejemplo extraordinario de la llamada Arquitectura Negra, la arquitectura tradicional que se realizaba en el extremo noroccidental de la provincia de Guadalajara. Se caracteriza por el uso masivo de la pizarra, tanto en muros como en tejados, junto con la madera para la realización de forjados y techumbres. La Vereda es el pequeño homenaje a todos aquellos constructores anónimos que supieron a lo largo de los siglos adaptar naturaleza y arquitectura. La pequeña iglesia de planta única y espadaña triangular se sitúa en el centro de la aldea, en torno a la cual se agrupan casas de una y dos plantas con hornos adosados a las fachadas y grandes chimeneas de pizarra. En la parte sur del pueblo hay un grupo de teinadas (parideras y cobertizos para el ganado) muy bien construidas, algunas de ellas sin rehabilitar.

Después de La Vereda la pista nos baja hasta el barranco del arroyo Vallosera. Cruzamos el barranco y por la otra vertiente bordeamos el pico Las Majadas por cuyas laderas nos asomamos el embalse de El Vado, bajo cuyas aguas se sumerge el pueblo del mismo nombre, que era cabecera municipal hasta la construcción del embalse inaugurado en 1954 para controlar el cauce alto del río Jarama que recoge las aguas de la sierra del Ayllón. Una construcción singular con dos presas, primero se atraviesa la presa de contención principal y en el otro extremo atravesamos un pequeño túnel para a continuación acceder a un segundo dique que cierra un collado allí existente y que también dispone de aliviadero.

La etapa continúa siguiendo el curso del río Jarama por una pista asfaltada durante 1,5 km para coger por la izquierda una pista, un poco pedregosa, que remonta zigzagueando la Loma de la Virgen durante algo más de 2 km con pendientes que superan el 10%. Alcanzamos un collado y a continuación descendemos al pueblo de Tamajón. Este pueblo es final de etapa en la TI, pero nosotros solo paramos a refrescarnos por dentro con unas birras y, tras visitar su bonita iglesia de La Asunción, prolongamos la etapa algo menos de 20 km hasta Cogolludo. Salimos de Tamajón por la GU-143, los 3 primeros km transcurren por un falso llano y después se inicia una bonita y rápida bajada de algo más de 3 km hasta el desvío a Muriel y el puente sobre el río Sorbe que alimenta el embalse de Beleña.

Durante unos centenares de metros bordeamos la cabecera del embalse y enseguida lo abandonamos para remontar el barranco de Hontarla. Después de algo más de 3 km de subida el camino se aplana un poco y a continuación se inicia la bajada a Arbancón. Desde Arbancón decidimos continuar por carretera e ignorar el trazado de la TI pues ya teníamos ganas de llegar a Cogolludo que se encuentra a escasos 4 km. La Iglesia de Sta. María y las ruinas del castillo nos dan la bienvenida desde lo alto del montículo donde se encarama el pueblo. Llegamos a Cogolludo justo a tiempo para escaparnos de una tormenta que nos venía siguiendo prácticamente toda la tarde, nada más entrar en la habitación del hotel empezó a jarrear agua.

Cogolludo se asienta entre las comarcas de La Sierra, La Campiña y La Alcarria, dominando desde la colina el valle del Henares, se trata de una villa monumental cuyo asentamiento configura el casco histórico formado por numerosas calles estrechas y empinadas que se apiñan alrededor del pequeño cerro del antiguo castillo, hoy en ruinas, del que partían las murallas que rodeaban por completo la villa. Podremos contemplar su Plaza Porticada, el Palacio de los Duques de Medinaceli (Siglo XV), la Iglesia de Santa María (Siglo XVI), la Iglesia de San Pedro (Siglo XVI) y varias ermitas y conventos.
Nos hospedamos en el Hotel Residencia Palacio, c/del palacio 9, (949 855 411), 50 € HD, IVA y desayuno incluidos, un coqueto hotel de 1 estrella donde la señora Alicia nos atendió estupendamente, incluso dándonos la oportunidad de hacer una colada completa. Recomendable