Estupenda etapa que mezcla el turismo y el ciclismo de MTB por la montaña a partes iguales. En la primera mitad abandonamos el trazado del Camino Natural del Ebro y nos dirigimos a Santo Domingo de la Calzada primero y San Millán de la Cogolla después, para visitar sus monumentos más significativos. En la segunda parte nos internamos en la Sierra de la Demanda saltando del valle del río Cárdenas hacia el del río Oja.
4ª Etapa: HARO - EZCARAY
Nuestro principal objetivo de la mañana era llegar a tiempo a san Millán de La Cogolla para poder entrar a la visita del Monasterio de Yuso en el turno de mañana, pero pasando previamente por Sto. Domingo de la Calzada para visitar su catedral. Así que siguiendo las indicaciones de un camarero de Haro elegimos el camino más cómodo y rápido para desplazarnos de Haro a Sto. Domingo por carreteras secundarias con escaso tráfico. Salimos de Haro por la LR-203 en dirección a Zarratón, San Torcuato, Bañares y Sto. Domingo de la Calzada, la histórica ciudad ligada intrínsecamente al Camino de Santiago, orillada al margen derecho del río Oja, que posee un importante patrimonio arquitectónico y en la que hicimos cumplida visita a su catedral.
Salimos de Sto. Domingo por la LR-204 en dirección a Cirueña y San Millán de la Cogolla, pero cuando se acaba el núcleo poblacional abandonamos el asfalto y cogemos por la derecha una pista agrícola por donde transita el Camino de Santiago y en el que nos cruzamos con gran cantidad de peregrinos que caminan en dirección contraria hacia Santo Domingo. Después de algo más de 4 km de planicie entre campos de cultivo de cereal remontamos una loma y volvemos a encontrar con la LR-204 en la entrada de Cirueña. Atravesamos el pueblo y continuamos por la carretera otros 6 km hasta Villar de Torre. A la salida del pueblo abandonamos la LR-204 y cogemos por la derecha la LR-206 que en unos 4 km nos acerca a Berceo y San Millán de la Cogolla llegando a tiempo para visitar el Monasterio de Yuso. Nada más llegar nos acoplamos a un grupo y entramos a la visita guiada que dura como 1 hora.
El de Yuso fue construido en estilo románico, como correspondía a la época siglo XI. Es demolido en su totalidad y reconstruido en el siglo XVI, en estilo herreriano, de los siglos XVII y XVIII. Fue mandado construir por el rey navarro García Sánchez III de Navarra «el de Nájera». La leyenda cuenta que el rey García, muy devoto de San Millán, cuando fundó el gran monasterio de Santa María la Real de Nájera quiso llevarse allí los restos mortales del Santo, que estaban enterrados en el monasterio de San Millán de Suso. El 29 de mayo de 1053 colocaron los restos del Santo en una carreta tirada por bueyes y así emprendieron el viaje, con gran descontento de los monjes que allí quedaban desolados por la pérdida de su patrono. Cuando llegaron al llano, cerca del río, los bueyes se detuvieron y ya no quisieron volver a andar; no hubo forma de obligarlos. El rey y toda la comitiva comprendieron que aquello era un milagro, que San Millán estaba imponiendo su voluntad de no pasar de allí y ser enterrado de nuevo en aquellos lugares. Fue entonces cuando el rey mandó construir el reciente monasterio. Después de la visita de Yuso, buscamos un sitio cerca del monasterio para comer y hacer hora para subir a la visita del Monasterio de Suso en el primer turno de la tarde. Suso (de arriba) es el más antiguo de los monasterios de San Millán de la Cogolla, se inició su construcción a finales del siglo VI, tiene su origen en un cenobio visigodo establecido alrededor del sepulcro del eremita Aemilianus (Millán) o Emiliano, fallecido en el año 574. A lo largo de los siglos siguientes y hasta el siglo XII sufre distintas ampliaciones como consecuencia del cambio de vida eremítica a la cenobítica y posterior monástica, distinguiéndose en ellas el estilo Mozárabe y el Románico. Su importancia no es sólo artística y religiosa, sino también lingüística y literaria. Aquí un monje escribió las glosas Emilianenses, que eran anotaciones aclaratorias en los márgenes de las páginas escritas en latín. Dichas anotaciones estaban escritas en romance o en un precastellano poco evolucionado respecto del latín. En este monasterio aparecen a su vez las primeras anotaciones escritas en euskera, por lo que se ha considerado la cuna de dichos romances hispanos y del euskera. Aquí habitó asimismo el monje y primer poeta de nombre conocido en castellano, Gonzalo de Berceo. También la tradición atribuye que en el "portaliello" de este monasterio están los que pasan por ser los sarcófagos de los siete infantes de Lara de la leyenda.
Después de la visita a Suso, continuamos por el camino que pasa por delante del monasterio y a la salida se convierte en pista que sigue la ladera del la sierra entre bosque. Como a 1,5 km nos encontramos con una pista que por derecha remonta la sierra en zigzag hacia el alto de Manguilla y después el coll de la Fuenfria, para luego descender a Pazuengos, esta es la opción 1 que se describe en nuestra guía y es el camino más corto y fácil para llegar a Pazuengos desde Suso. Nosotros alargamos la etapa porque queríamos visitar la cueva del Santo y cogimos la pista en descenso hasta desembocar en el valle del río Cárdenas. A continuación remontamos al valle siguiendo "Los Pasos de San Millán". Como en unos 7 km llegamos al Area Recreativa La Emendula. y poco después nos encontramos con el puente de Los Corrales de Urre.
Desde los Corrales de Urre arranca un camino, al principio ciclable y al final a pie, que en algo menos de 1 Km nos acerca a la pequeña Cueva - Ermita donde vivió San Millán como ermitaño. Después retornamos de nuevo valle abajo hasta el A. R. la Emendula, donde cogemos una pista por la izquierda para remontar la sierra y unir los valles del Cárdenas y del Oja. En su primer km la pista remonta la ladera con poca pendiente y después se empina hacia arriba subiendo el monte Valliluenga. La pista de subida es exigente con buenos desniveles y con piedra suelta que a veces nos obliga a pararnos para darnos un respiro y disfrutar de las panorámicas del valle que se va quedando abajo. Coronamos el Monte de Valliluenga por el Collado de San Pol y conectamos con el Camino de Valvanera por el que descendemos hacia la localidad de Pazuengos. Dejamos el pueblo a la derecha y conectamos con el camino a Turza por donde transita el GR-93. Giramos a la izquierda buscando la rivera del río Espardaña y como en 1,4 km, en un giro a derechas de la pista, abandonamos por la izquierda la pista principal para cruzar el río y continuar por el GR-93. Tenemos como 1,5 km de sendero hasta el collado de Larrizabala, en este tramo tenemos que practicar el "empujing" con el agravante de la maleza y zarzas que a veces nos dificultan el paso. Una vez en le collado abandonamos el GR-93 y cogemos una pista por la izquierda que nos lleva hasta el refugio Bonicaparra.
En el refugio conectamos con una pista asfaltada que la cogemos por la derecha y nos internamos en un tupido hayedo. Durante algo más de 8 km la pista desciende por el hayedo hasta desembocar en la LR-415 ya en el valle del río Oja a la altura de Ezcaray. LLegamos cansados y un poco tarde, la etapa ha sido exigente y larga en km, además el asunto de las visitas a los monasterios nos ha alargado la duración de la misma, pero todo mereció la pena.
En Ezacaray nos hospedamos en el Albergue la Cuculla - 941.427.308, en régimen de alojamiento con desayuno en H.D., 33.5 € por persona. Recomendable. |