Una gran etapa que transcurre por el municipio que conforman las dos localidades de Santiago - Pontones por el interior del P. N. de Cazorla, Segura y Las Villas y más concretamente por la parte sur del espacio que ocupa la Unidad Montañosa de Segura, que constituye la parte más amplia y montañosa de la comarca y se la conoce localmente como "La Sierra Profunda". La etapa tiene 4 partes diferenciadas, una primera en la que recorremos la vega de Santiago y el valle del río Muso, después remontamos la sierra para alcanzar los Campos de Hernán Perea, una altiplanicie por encima de los 1600 m de altura y que prácticamente circunvalaremos visitando la sima de Pinar Negro y después la sima del Hundimiento. Después bajaremos de los Campos de Hernán Perea por la cañada de La Cruz hasta el nacimiento del Río Segura. En la parte final bajamos hasta Pontones y a continuación remontamos el collado del Almorchón de vuelta a Santiago.

Resaltamos que el recorrido que a continuación se describe no contempla la etapa entera pues la nieve nos cerró el paso impidiéndonos cumplir nuestro objetivo, no obstante, en la información que se proporciona en el resto de secciones de esta web sí se documenta toda la etapa.

Esta primavera está siendo bastante lluviosa y en las sierras nieva, amanece alternándose la lluvia con la ventisca de nieve, aunque después de desayunar el cielo se abre y nos animamos a arrancar. Salimos de Santiago bajando a su vega por la A-317 por la que llegamos ayer, justo al final de la bajada cogemos por la derecha el camino forestal de la Vega de Santiago, una pista asfaltada que atraviesa el precioso valle en dirección suroeste hacia la sierra. En unos 2 km dejamos por la izquierda el desvío a Las Nogueras y en algo más de 1 km llegamos a La Matea, aquí decidimos seguir por asfalto y pronto dejamos por la derecha la aldea Los Teatinos. En poco más de 3 k remontando la cuenca del Muso alcanzamos el puente sobre el arroyo Venancia, donde hacemos nuestra primera parada.

La llegada a la cortijada y puente sobre el Venancia nos deparada una fuerte ventisca de nieve que nos obliga a guarnecernos. Poco después el tiempo nos da un respiro y bajamos al río para visitar una cascada sobre una cueva que se produce por el desagüe de otro arroyo intermitente sobre el Venancia. El lugar es realmente bonito pero tuvimos el tiempo justo de hacer unas fotos y huir rápidamente pues de nuevo el agua-nieve nos amenazaba con su presencia.

Tras unos momentos dubitativos, al final decidimos continuar remontando la sierra al menos hasta Don Domingo, la última localidad de la subida y en la que además hay un albergue privado donde posiblemente nos podríamos guarnecer y avituallarnos. Nos quedan algo más de 4,5 k y la ventisca de nieve cada vez va a mayores, por momentos dudamos de seguir adelante pero al final seguimos luchando contra el viento y la nevada hasta la aldea, en la que sale a nuestro encuentro un precioso ejemplar de san bernardo. El bonito albergue está ubicado sobre una antigua casa forestal, totalmente rehabilitada y reformada, que ofrece servicios de bar, restaurante y hospedaje. Allí pudimos calentarnos en torno a una estufa y disfrutar de un estupendo caldo caliente que nos reanimó.

Hay que reconocer la buenas instalaciones y la estupenda ubicación del albergue Don Domingo para usarlo como campamento base para realizar excursiones por la sierra de Segura. Al calor de la estufa esperamos a que mejorara el tiempo y, ante la imposibilidad de continuar adentrándonos en la sierra, no nos quedaba otra opción que retornar a Santiago aprovechando un claro en la tormenta.

De regreso en la vega de Santiago y antes de subir al pueblo, aprovechamos para visitar la zona de los abrigos rupestres y las cuevas del Engarbo. Aunque todavía quedan algunas cuevas/casas habitadas la mayoría están abandonadas e incluso las instalaciones de la piscifactoría que hay en la pequeña vega del río Zumeta. El cielo empezó a encapotarse de nuevo y tuvimos el tiempo justo para salir del barranco y retornar a Santiago antes de que empezara a llover.

Algunos aprovecharon para desplazarse con la furgo hasta Pontones y subir a Fuente del Segura para disfrutar del espectacular nacimiento del río, cuyas aguas brotan de una cueva natural inundada a 1413 m, fruto de una resurgencia cárstica. Como las inclemencias climatológicas no nos daban muchas opciones, el final rematamos la tarde jugando al Mus, bueno lo más correcto sería decir: aprendiendo a jugar al mus, un divertido "descubrimiento" que seguramente motivará que un nuestro equipaje de futuros viajes se incluya la baraja de cartas.