Esta etapa también estaba llamada a ser un gran recorrido por el parque Natural de Urbasa-Andía, por su macizo kárstico repleto de puntos singulares y sus hermosos bosques, con predominio de hayedos, acompañados de otras especies como tejos, enebros y pinos. Al que hay que sumar la visita a La Reserva Natural del Nacedero del Urederra. Sin embargo, la hora tardía en servirnos el desayuno en el restaurante del camping, y el cierto carácter pusilánime del que se había contagiado el grupo tras los acontecimientos sobrevenidos en los días anteriores, convirtieron la etapa en una etapita de apenas 45 km. Recortando el recorrido previsto por la parte occidental del P. N. Urbasa-Andía.

Salimos del camping de Urbasa por la NA-718 que atraviesa el raso de la parte central de la sierra de Urbasa y, alternando bosque y praderas, en apenas 8 km llegamos a las inmediaciones del Balcón del Pilatos, nuestra primera parada del día. Los bordes del farallón conocido como el Balcón del Pilatos nos ofrecen varios miradores con estupendas vistas sobre la depresión y el valle de Améscoa. A los pies del farallón se adivina el nacedero del Urederra o "río celeste" entre la masa forestal del entorno reconocido como Reserva Natural del Nacedero del Urederra.

Tras disfrutar de las panorámicas del Balcón de Pilatos, bajamos por la carretera hasta la localidad de Baquedano, donde se controla el acceso a la Reserva Natural, un entorno extremadamente sensible y con acceso regulado, en el que solo se cobra el aparcamiento de vehículos, pero con aforo limitado de 500 personas al día. La visita es un recorrido de unos 3 km por un entorno precioso remontando la ribera del "río celeste" con agua de un tono entre verde y azul turquesa que contrasta con los diferentes coloridos de la vegetación del entorno. Según los expertos, ese colorido está motivado porque el nacimiento del Urederra es la salida natural del acuífero que descansa en el macizo kárstico del Parque Natural Urbasa y Andía, y eso es lo que hace que su agua tome tonalidades extremadamente turquesas al filtrarse por las rocas.

De regreso al pueblo realizamos parada de avituallamiento y a continuación el grupo se volvió al dividir, J. Pablo, J. Gómez y Nico se van directamente por carretera hacia Estella que se encuentra a menos de 20 km. Sin embargo, los "tres mosqueteros" Martín, J. Luis y Francisco continúan por el recorrido planificado con el objetivo de visitar el Monasterio de Sta. María la Real de Iranzu. Salimos del pueblo por una pista asfaltada que, pasando por la aldea de Gollano, en menos de 2 km nos lleva a conectar con la NA-7186 a la altura de Artaza. Cogemos la carretera por la izquierda en dirección a Urra y en 1 km dejamos el asfalto por un camino a la derecha.

Salvando un paso canadiense, a partir de aquí iniciamos el ascenso de un barranco, por un camino serpenteante que salva el lecho del barranco, con porcentajes del 9-10 % durante algo menos de 3 km hasta alcanzar el collado de Larraitza. En la encrucijada del collado seguimos de frente por una pista en bajada, con tramos en los que las huellas de animales sobre barro, ahora endurecidas, imposibilitan la ciclabilidad. El camino llega a la cabecera del río Iranzu, donde Martín tuvo otra caida enganchandose con un zarzal, sin más consecuencias que algunos arañazos y rasgones en guantes y equipación. A partir de aquí descendemos caminando por la propia rivera seca del río. Como en 1,5 km conectamos con una buena pista que, internándose en el cañón del Iranzu, nos da paso a un pequeño valle donde se asienta el bonito Monasterio de Sta. María la Real de Iranzu.

Después de la interesante visita al monasterio, continuamos por carretera y en 3 km alcanzamos la localidad de Abárzuza y en 7 km más alcanzamos el centro de Estella. Esos días la ciudad estaba siendo escenario del rodaje de una película y algunas de sus calles "vestían" un especial y curioso decorado. Nos hospedamos en Hospedería Chapitel, a los pies de la Iglesia de San Miguel. 948551090. Recomendable