Otra gran etapa por el kilometraje, el desnivel acumulado y el entorno por el que transita. Ante la imposibilidad de visitar el pueblo amurallado de Granadilla (en el embalse de Gabriel y Galán) porque los lunes está cerrado el acceso a las visitas, al principio de la etapa improvisamos una variante que consistió en la visita a la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Después saltamos del Valle del Jerte hacia el Valle del Ambroz a través del puerto de Honduras en dirección a Hervás para visitar su barrio judío, declarado conjunto histórico-artístico, uno de los mejor conservados de la Red de Juderías de España. Después buscamos el trazado de la Vía de la Plata por la que circularemos de norte a sur hacia las ruinas romanas de Cáparra. A continuación la etapa se dirige hacia Plasencia entre dehesas con ganadería brava atravesando los Llanos de la Jarilla.

El buen tiempo nos sigue acompañando y amanece otro espléndido día. Salimos de Cabezuela del Valle cruzando el Jerte y por la N-110 seguimos aguas arriba hasta llegar a la altura de la piscina natural, aquí cogemos por la derecha un desvío que nos lleva por delante de la oficina de turismo y las ruinas de Vadillo para a continuación retornar a la N-110. Dejamos a la izquierda el desvío a Hervás y poco después cogemos por la derecha en dirección al camping y área recreativa Valle del Jerte y la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Atravesamos el área recreativa, cruzamos de nuevo el Jerte, dejamos a la izquierda el camping e iniciamos el ascenso del Cerro de las Uvas, por el sur de la Cuerda de lo Lobos. El camino asciende unos 2 km entre bosques de robles, después un poco de falso llano y al final desciende unos metros de empedrado hasta la entrada de la pasarela sobre la garganta de los Infiernos.

A partir de aquí continuamos caminando aguas arriba para disfrutar del espectáculo de las pozas labradas por la erosión del agua y los fragmentos de piedra, dando lugar a las conocidas como "Marmitas del Gigante" en el paraje de Los Pilones. El lugar pedía recrearse y disfrutar del entorno pero teníamos mucha etapa por delante, así que, retornando sobre nuestras rodadas volvemos al camping y conectamos de nuevo con la N-110 que la cogemos valle abajo y enseguida nos encontramos con el desvío a Hervás. Tenemos por delante casi 17 km de subida del Puerto de Honduras.

Aunque el puerto está "etiquetado" como de 16,9 km, la subida real no llega a 13 km pues los 4 últimos son de falso llano incluso con algún tramo en ligero descenso. La subida, aunque larga, se hace muy llevadera pues casi toda ella transcurre entre arbolado y con unas panorámicas preciosas sobre el Valle del Jerte conforme se gana altura. En la subida real el desnivel por km se mueve entre el 5,2 y el 7,8% con algunos tramos cortos al 10%.

En el puerto de Honduras se nos abre una ventana al Valle de Ambroz con las poblaciones de Gargantilla y Aldeanueva del Camino al fondo. Iniciamos el descenso y durante los primeros km tenemos estupendas panorámicas del valle. Después nos internamos entre bosque hasta llegar Hervás. Decidimos comer primero y después visitar la judería de Hervás. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la zona del barrio judío asciende desde la orilla del río Ambroz hasta la iglesia de Santa María de Aguas Vivas, que es el punto más alto de la población. Está formada por calles en pendiente, estrechas y sin orden aparente, que conservan muy bien la estructura original de los siglos XIV y XV. Muchas de las casas que vemos en la actualidad son de adobe con el típico entramado de madera y balconadas en el segundo piso.

Continuamos la etapa bajando de nuevo hacia el Parque de la Avda. Constitución (EX - 205). En algo más de 4 km conectamos con la antigua N-630. La cogemos por la izquierda y en unos 500 m giramos a la derecha en dirección a Aldeanueva del Camino pasando sobre la A-66. En la entrada del pueblo abandonamos la N-630 y lo atravesamos por su arteria central que nos lleva por delante del ayuntamiento y a continuación un puente de piedra que salva un pequeño arroyo. Seguimos de frente y a la salida del pueblo nos encontramos en la izquierda imitación de un millario. A partir de aquí seguimos el itinerario de la Vía de la Plata de norte a sur entre dehesas hacia las ruinas de Cáparra. En el camino tenemos que vadear un par de arroyos en los que han colado bloques de hormigón para facilitar el paso de los peregrinos.

Ubicada en el valle del Alagón y atravesada por la calzada romana, aunque no fue una ciudad muy grande, si tenía una situación estratégica entre los principales núcleos urbanos entre el río Tajo y la sierra de Gredos, junto con Caurium (Coria) y Augustóbriga (Talavera la Vieja). El arco es el edificio más importante y significativo que ha sobrevivido hasta la actualidad. Se trata de un arco cuadrifronte, el único en España de sus características. Se sitúa en el centro de la ciudad, bordeado por el Foro y los baños públicos y otros monumentos. Es la probable confluencia de las dos calles principales.

En la puerta del centro de interpretación de Cáparra cogemos una pista de tierra que nos llevará entre dehesas con ganadería brava atravesando los Llanos de la Jarilla durante algo más de 6 km hasta Oliva de Plasencia. A partir de aquí continuamos por asfalto durante algo más de 12 km hasta Plasencia. Llegamos con tiempo suficiente para pasear y disfrutar de la bonita ciudad. El conjunto histórico de la ciudad está declarado B.I.C. desde 1958, las catedrales Vieja y Nueva, el palacio Carvajal-Girón y el palacio de Mirabel, la iglesia y convento de Santo Domingo, la iglesia de San Nicolás, la iglesia del Salvador, el santuario de la Virgen del Puerto, la plaza de toros, las murallas, el acueducto, el palacio episcopal, la casa consistorial coronado por el "Abuelo Mayorga", autómata situado en el tejado de la casa consistorial, considerado un símbolo de la ciudad y otras iglesias y palacios o casas señoriales, además de sus plazas y parques convierten a Plasencia en una ciudad de obligada visita. Nos hospedamos en el Hostal La Muralla, 927413874.