Etapa 7: Plasencia - Cáceres
La última etapa de la ruta que sirve para cerrar el círculo y regresar a Cáceres donde tenemos los dos coches particulares que nos llevarán de vuelta a Granada. La etapa transita mayoritariamente por la Vía de la Plata por un entorno adehesado alternando el asfalto con pistas y algún tramo de sendero. La única visita turística es la localidad amurallada de Galisteo, desde donde conectamos con la Vía de la Plata.
Salimos de Plasencia buscando las murallas y la puerta de Trujillo y enseguida cruzamos el Jerte por el puente de la Avd. de España en dirección a Cáceres. A continuación tenemos 7 km atravesando la zona industrial y por la N-630 llegamos a una encrucijada de Autovías, la Vía de la Plata (A-66) y la del Norte de Extremadura (EX-A1). Pasamos bajo la A-66 y enseguida cogemos por la derecha la EX-108 que ya no abandonamos durante algo más de 10 km hasta Galisteo. Sus orígenes se remontan a las épocas romana y árabe, vivió una gran época de esplendor entre 1229 y 1837, cuando fue la villa capital del Señorío de Galisteo, De su importante pasado queda en pie su muralla, que todavía rodea completamente la parte antigua de la villa, y junto a la cual se encuentra la torre del homenaje conocida como La Picota, considerada como el mayor símbolo del municipio.
Después de visitar Galisteo bajamos hacia el río Jerte para ver su puente medieval y a continuación retornamos hacia la rotonda y cogemos por la derecha la Cañada Real Soriana Occidental. Tenemos unos 9 km de asfalto entre campos de tabaco y secaderos siguiendo la cuenca del Jerte hasta Riolobos. Atravesamos el pueblo y salimos por el sur por el camino a Moheda, una pista de tierra que después de cruzar un canal asciende suavemente por la dehesa Boyal y en unos 4 km conectamos con la antigua Calzada Romana Vía de La Plata que la cogemos por la derecha en dirección a Grimaldo y Cañaveral. La calzada transita entre dehesas de encinas y alcornoques y en unos 7 km pasamos cerca de Grimaldo sin entrar en el pueblo que se queda a nuestra izquierda. Unos 4 km después alcanzamos el puerto de Los Castaños y aquí optamos por abandonar la calzada romana, pera evitar el collado del cerro de Los Castillejos, y en su lugar continuamos por la N-630 hasta Cañaveral que se encuentra a unos 5 km.
Tras parada de hidratación en Cañaveral la gente tenía ganas de llegar a Cáceres, así que optamos por continuar por carretera en lugar de seguir el trazado de la calzada romana. A partir de aquí entramos en el tramo más feo y "pestoso" de todo el viaje. Seguimos por la N-630 y en unos 6 km llegamos a la cola del embalse de Alcántara. Durante los siguientes 9 km bordeamos el embalse, primero cruzamos el puente del Tajo y después el del Almonte, en ambos viaductos comparten el tráfico vial por arriba y el ferroviario debajo. Unos 18 km después llegamos a Casar de Cáceres donde nos paramos en el restaurante Majuca para disfrutar de un exquisito pisto con huevo bien regado con cerveza fresca. A partir de aquí nos quedan unso 10 km hasta Cáceres por la CC-38.
Llegamos a Cáceres a primara hora de la tarde con tiempo suficiente para hacer compras centradas principalmente en los productos típicos extremeños y volver a disfrutar otra vez del patrimonio monumental de la ciudad. dando por finalizado un extraordinario viaje por un entorno al que le teníamos muchas ganas.
La climatología durante todo el viaje había sido favorable, apenas unas gotas a la salida de Guadalupe, con temperaturas agradables, sólo este último final de etapa se hizo un poco "pestoso" y caluroso. Los espacios naturales por los que transitamos estaban espléndidos en todos los aspectos, sin duda la abundancia de agua y lluvias de los meses anteriores contribuyó a ello. En esta ocasión nos hospedamos en el Hotel Albarragena, 927037295. Recomendable, se trata de una casa señorial de finales del XVIII acondicionada como hotel. Al día siguiente vuelta a Granada con los coches y la furgo. |