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Otra bonita etapa que de nuevo se acerca a la costa para seguir el litoral de la Costa de la Luz gaditana desde el cabo de Trafalgar hasta el Estrecho de Gibraltar, atravesando el Parque Natural de La Breña y Marismas de Barbate, para luego seguir la línea marítima de las ensenadas de Barbate, la de Zahara y la de Bolonia, después el Parque Natural del Estrecho para terminar en las ensenadas de Valdevaqueros y la de Los Lances de Tarifa para rematar la costa atlántica en la Punta de Tarifa que delimita Estrecho de Gibraltar.

Nuestro primer objetivo de esta etapa era el Palomar de la Breña, así que cuando bajábamos de Vejer, al llegar al parque eólico, cogimos por la izquierda una pista a la que se accede por una verja con paso canadiense para protección del ganado. Entre molinos y vacas pastando bajamos por una buena pista, bordeamos unos cortijos y tras pasar un par de verjas caemos al barranco del arroyo Mondragón, después de cruzar el arroyo el camino se convierte en sendero poco ciclable que nos obliga a un poco de empujing para alcanzar la explanada de entrada al Cortijo y Ermita de La Porquera, también hostal rural, donde se ubica el Palomar de la Breña, un palomar del s.XVIII que se sitúa en el corazón del Parque Natural de La Breña y Marismas de Barbate. Se trata de uno de los tres palomares más grandes de Europa.

Tras visitar el palomar seguimos en dirección sur por buena pista internándonos en el Pinar de la Breña. Pasamos por la casa forestal y área recreativa del Jarillo. Después de unos 2,5 km alternando la pista de tierra y asfalto nos encontramos con la CA-2143 que tenemos que cruzar para seguir el track, pero tenemos que saltar una verja que estaba cerrada para continuar por el pinar entre dunas de arena.

Tras superar la verja seguimos atravesando el pinar hacia la línea costera pero la arena no nos dejaba pedalear y nos vemos obligados a zigzaguear entre los pinos buscando la trazada ciclable, alguno opta por el empujing entre la dunas de tierra en línea recta. Se trata de apenas 1 km de dificultad que de una manera u otra te lleva hasta el borde de los acantilados en las inmediaciones de la Torre del Tajo, unas de las torres vigía de esta costa que los duques de Medina-Sidonia mandaron construir en los siglos XV y XVI para avisar de la llegada de corsarios moriscos, era la época del "no hay moros en la costa". Los miradores que hay en las inmediaciones de la torre nos permiten estupendas panorámicas de los acantilados y la linea costera de la ensenada de Barbate, su puerto pesquero, la playa y a continuación la ensenada de Zahara de Los Atunes, pueblos que tradicionalmente se han dedicado a la pesquería del atún con almadraba. En el horizonte se adivinan las sierras de la costa africana.

Continuamos hacia Barbate pedaleando por el Sendero del Acantilado, un cómodo y bonito tramo que une la playa de Hierbabuena (Barbate) con la de Caños de Meca. En poco más de 3,5 km alcanzamos la carretera CA-2143 que rápidamente nos baja hasta Barbate. Atravesamos la localidad, el río y las marismas de Barbate y seguimos por carretera hasta Zahara de Los Atunes esquivando el empujing arenoso de la playa.

No podíamos pasar por Zahara sin degustar el atún rojo, así que mientras la amable chica del kiosco de información y turismo le recargaba la máquina fotográfica de Nico, nos tomamos unas cervezas con unas tapitas y una de atún en bar cercano, a la hora de pagar hubo que aclararle al camarero que aunque alguno de nosotros "hablaba raro" no teníamos nada de "guiris" y al final rebajo el precio de la nota razonablemente. Comentando el sablazo que habían intentado darnos, salimos de Zahara en dirección a su hermosa playa y cogemos una larga pasarela que transcurre paralela al arenal. Después desembocamos en la carretera de la costa que nos lleva a atravesar la urbanización de Atlanterra. Seguimos la carretera costera hasta su finalización en los pies del Faro de Camarinal. El propio faro y las vistas que se divisan desde sus miradores son magníficas, hacia el este el P. N. de El Estrecho hasta la Punta de Tarifa, por el oeste la línea costera de Zahara y Barbate hasta el Cabo de Trafalgar y en el horizonte marítimo la cordillera de la costa africana.

Salimos del faro de Camarinal por un sendero con algún tramo técnico y algo durillo que remonta la sierra 1.4 km pasando por el rancho del Cañuelo hasta alcanzar una pista asfaltada. Estamos en el Parque Natural del Estrecho y la pista asfaltada nos baja hasta la pedanía de EL Lentiscal más conocida por Bolonia que es el nombre de la ensenada. Sin duda este es un lugar singular atrapado en el tiempo, una pequeña pedanía con escasa urbanización, una extraordinaria playa coronada por una espectacular duna alimentada por la arena que arrastran los vientos de Levante y, al borde de todo esto, el yacimiento arqueológico romano Baelo Claudia, donde se conservan los elementos más representativos que constituían la esencia de una ciudad romana que surge a finales del siglo II a.C. y cuya existencia estaba ligada sobre todo al comercio con el norte de África. La pesca, la industria de salazón y el Garum (salsa derivada del mismo) fueron sus principales fuentes de riqueza.

Desde El Lentiscal tenemos unos 4 km de subida continuada por asfalto que nos permiten coronar el puerto de Bolonia para a continuación rodear la sierra de San Bartolome pasando por Betis una pequeña aldea que se extiende a lo largo de la falda de la sierra y donde el ganado vacuno y las caballerías pastan libremente ajenos a nuestro paso. A continuación la pista inicia la bajada y nos permite ya divisar la playa de Tarifa, el estrecho, la montaña del Jbel Musa de África y la localidad y la punta de Tarifa, el punto más meridional de la Península Ibérica.

Cruzamos la N-340 y seguimos por senderos paralelos a la nacional hasta la pedanía de Las Casas de Porro donde nos paramos para parada de reavituallamiento. Después ya nos decidimos por continuar por la carretera hasta que llegamos a la altura del Cortijo del Pozuelo, antes de la gasolinera, donde nos salimos por la derecha por un camino que nos acerca a la inmensa playa de la ensenada de Los Lances. La playa es impresionante al igual que la duna de arena de Valdevaqueros que va invadiendo la colina como consecuencia de los vientos de levante, no en vano este es territorio windsurfing por antonomasia ¡que suerte estamos teniendo con la ausencia del temido viento!

El núcleo histórico de la ciudad de Tarifa, delimitado por sus antiguas murallas medievales, fue declarado en 2003 Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto monumental. Del antiguo recinto amurallado se conservan amplios tramos, bien en su situación original o bien integrados como parte de los edificios, y la Puerta de Jerez construida en el siglo XIII. Al sur se encuentra el Castillo de Los Guzmanes donde destaca la Torre de Guzmán el Bueno. El Castillo de Santa Catalina, construido en el cerro del mismo nombre y diferentes edificios religiosos como la Iglesia de Santa María situada junto al castillo, la de San Francisco y la de San Mateo que es el principal templo de la ciudad, todo ello hacen que Tarifa merezca un buen paseo por sus calles disfrutando de su agradable ambiente.

Nos hospedamos en el Hostal El Asturiano (956680619) 55€ HD con desayuno.

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Continuamos por las pasarelas de madera de la playa hasta alcanzar el casco urbano de Tarifa, a la Punta de Tarifa el punto más meridional de la Península Ibérica, en realidad se trata de la Isla de las Palomas, unida hoy a la propia ciudad por medio de una carretera-calle, que sirve de acceso al faro y a la fortaleza que en ella se ubica.
El cabo o Punta de Tarifa sirve además de divisoria a las aguas del Mar Mediterráneo y del Océano Atlántico, que se cruzan justo enfrente de la propia ciudad, que por lo tanto está situada en la parte más angosta del canal o Estrecho de Gibraltar, a una distancia mínima de 14 kilómetros de las costas marroquíes, lo que la convierte en la ciudad europea más cercana al continente africano.