6ª Etapa: EL COLMENAR - RONDA
Otra preciosa etapa que ya transcurre por tierras malagueñas y en la que recorreremos la comarca de la Serranía de Ronda por su límite occidental, primero la subcomarca del Valle del Guadiaro para a continuación encaramarnos a la meseta donde se ubica Ronda, la capital de la comarca. Asimismo cambiaremos el entorno natural de Los Alcornocales por el de la Sierra de Grazalema, otro precioso parque natural que se abre en nuestro camino.
Salimos de El Colmenar cruzando el río Guadiaro por la carretera que lleva a Guacín y de inmediato iniciamos el ascenso al puerto del Negro. Son unos 7 km de subida en los que la carretera serpentea remontando la sierra y al tiempo que se nos abre la panorámica del valle del Guadiaro se va empequeñeciendo el pueblo de El Colmenar. Los primeros 5 km subimos la sierra hacia el sur remontando la vertiente de Las Abiertas hacia el collado de Las Palomas, después la carretera gira hacia la izquierda y se alinea con el valle, a continuación dejamos a la izquierda el pórtico de entrada a la Hacienda La Herriza y, como unos 2 km después, dejamos la carretera que sigue subiendo para coronar la collada del Puerto del Negro y cogemos una pista por la izquierda que nos introduce en la sierra del Hacho.
Una ancha pista forestal en perfecto estado nos lleva por la ladera de la sierra entre falso llano y bajada durante algo más de 10 km. Al principio dejamos a la izquierda la Huerta del Peso y a continuación seguimos bordeando la sierra con el valle del Guadiaro en el fondo al amparo de las sierras colindantes, en el camino nos encontramos un rebaño de cabras que observan extrañadas nuestro paso entre ellas. Después de pasar el arroyo de Carboneras o garganta de Las Palas, la pista nos baja cómodamente hasta el valle. Bordeamos un cortijo y tras un poco de llano sigue un repecho que nos lleva a una encrucijada de caminos, por la izquierda nos lleva la cortijo de las Eras (casa rural) y por la derecha una buena pista que nos incita a seguir por ella pero no, el camino correcto es de frente por un sendero que se convierte en el lecho de un barranco y que nos obliga a echar pie a tierra para no arriesgar. El trozo malo se acaba pronto y el camino alcanza una pista que río arriba nos lleva hasta la Estación de Cortes de la Frontera ya en el entorno del Parque Natural de la Sierra de Grazalema.
Entramos en la localidad de la estación de Cortes, una barriada que se extiende a lo largo de la estación que da servicio al pueblo de Cortes de la Frontera que se cobija en la falda de la sierra, esta situación es una constante a lo largo del valle del Guadiaro, los pueblos de la serranía (Gaucín, Cortes de la Frontera, Jimera de Libar, Benaoján,...) se sitúan en las laderas al amparo de las sierras y abajo, en torno a la estación de la vía férrea, han crecido localidades o barriadas anexas. Tras parada de avituallamiento en la estación de Cortes continuamos la etapa por un corto tramos de asfalto que enseguida dejamos a la salida del pueblo por una pista que sale por la izquierda. Durante algo más de 3 km la pista es ancha y con buen piso y nos permite rodar cómodamente disfrutando de la panorámica serranía, en la falda de la sierra se nos muestra Cortes de la Frontera y por momentos uno puede retrotraerse a aquellos tiempos en los que Los Bandoleros andaban por estas tierras, hombres que encontraban una mejor manera de sobrevivir entre los riscos de las montañas aunque no tuvieran que comer y sobre los que existen leyendas y hazañas variopintas. La pista cruza el arroyo de la Alfa cara y la vía del tren para pasar por el cortijo de Retamar, se acerca al río y después vuelve a cruzar la vía, a continuación circulamos como 1,5 Km. pegados a ella hasta cruzar el arroyo de los Judíos. Después el sendero se estrecha y circulamos algo más de 2 Km. entre encinas, alcornoques y matorral de bosque mediterráneo hasta llegar a las inmediaciones de la Venta del Rey donde el río se embalse en un remanso de paz que llama al baño y al relax, un lugar bucólico con patos y gallinas que campan a sus anchas. Buscamos un lugar para darnos un baño y al final desistimos, pero como 1 km después atravesamos el barrio de la estación de Jimera de Libar y a su salida no podemos resistir la tentación de refrescarnos en las frescas aguas del Guadiaro. A continuación entramos en el que podemos considerar el tramo más espectacular del sendero del Guadiaro. Siguiendo el trazado de la Cañada Real del Campo de Gibraltar, el camino se va encajonando entre la sierras compartiendo el paso del desfiladero con el río y la vía férrea que a tramos atraviesa sus entrañas por túneles. A la salida del barrio de la estación el sendero es ciclable por un tramo precioso, luego poco a poco se va encrespando y nos obliga a echar pie a tierra en algunos tramos cortos con piedras, pero esto lo que nos permite es disfrutar más aún del paso por este lugar maravilloso, son algo más de 7 km siguiendo la ribera del Guadiaro pobladas de fresnos y álamos que le aportan a esta etapa un tramo singular e inolvidable. Al llegar al barrio de la estación de Benaoján volvemos a cruzar el río para entrar a la localidad a repostar liquidos e hidratarnos con unas birras acompañadas de un tapitas de jamón. Después seguimos por buena pista como unos 2 km con la sierra del Algarrobo a nuestra izquierda hasta encontrarnos con otro punto singular en esta etapa, la Cueva del Gato. Se trata de una de las cavidades más singulares de Andalucía, realmente es un sistema de cavernas que cuenta con dos bocas, al norte al otro lado de la sierra la Cueva del Hundidero por donde entra el río Guadares que, excavando la sierra del Algarrobo, encuentra salida por la Cueva del Gato para después desembocar en ele río Guadiaro, dejando a su paso por el interior de la sierra un sistema de galerías lagos internos y lugares de singular belleza. Con una galeria principal de más de 4 km, la suma del desarrollo de sus galerías superan los 8 km con 25 lagos que hay que cruzar a nado. Para visitar la Cueva del Gato hay que superar una pasarela rota sobre el lecho del río Guadiaro, después la pasarela pasa por debajo de la vía férrea y se alcanza un pequeño embalse que forma la cascada que desagua la cueva del gato, un lugar precioso para descansar y bañarse que da acceso por una escalera de piedra natural excavada en la roca a la impresionante boca de la cueva.Después de la Cueva del Gato optamos por la carretera hasta cruzar el río Guadiaro donde retomamos de nuevo el trazado de la TA. Un poco de asfalto y a continuación un rampón donde hay que meter riñones, giramos a derecha por el camino de Los Molinos y de pronto se abre ante nosotros la espectacular vista del valle presidido por la meseta y el tajo de Ronda. A continuación bajamos al valle, pasamos por debajo de los paredones del tajo con las casas asomándose al valle, cruzamos el río dejando aun lado la central eléctrica y enseguida arranca la cuesta "del cachondeo" por la que se sube del valle hasta la ciudad de Ronda pasando por delante de toda la panorámica del famoso Tajo de Ronda y el puente nuevo, sin duda el que le puso el nombre a la cuestecita dio en el clavo, porque es para "mearse" de risa, un auténtico cuestarrón.Como premio al esfuerzo, Toni nos recibió al final de la cuesta en la plaza de La Alameda con una bolsa de cerezas que hicieron las delicias de nuestro querido Nico que llevaba varios días suspirando por un hartón de cerezas. Después de la cerezada con unas cervecitas, nos dispusimos a atravesar la ciudad buscando un taller de bicis donde comprar un tuboless para rueda trasera de Pep que se había deformado y estaba a punto del reventón. Después al hotel, duchita y visita turista a la preciosa ciudad de Ronda.
Nos hospedamos en el Hotel Andalucía 956875450 (cerca de la estación de tren) 45 € H.D. con desayuno incluido, recomendable. |