2ª Etapa: Quintanilla de Lamasón - Fuente Dé - Potes
Esta etapa tocaría que fuera 20 km más corta pero como ya queda dicho la logística de alojamientos nos obligó a ello. El primer objetivo es la subida al Mirador de Sta. Catalina para contemplar el desfiladero de la Hermida desde las alturas, para después bajar hasta el río Deva y realizar la travesía del desfiladero aguas arriba en dirección a Potes. Tras un pequeño desvío para visitar Sta. María de Lebeña, continuamos remontando la cuenca del Deva hasta su nacimiento en Fuente Dé con el objetivo de subir con el teleférico hasta el Mirador del Cable y, si el tiempo lo permitía y los gestores del teleférico nos dejaban subir las bicis, bajar en bici de nuevo al valle para dirigirnos al monasterio Sto. Toribio de Liébana y finalmente rematar la etapa en Potes. Sin embargo, la climatología nos impidió subir al teleférico, por lo que desde Fuente Dé dimos marcha atrás en dirección al monasterio.
Amanece otro día nublado y amenazando lluvia. Nada más salir de Quintanilla cogemos por la izquierda en dirección a Río y Cires, cruzamos el río y en unos 300 m tenemos la oportunidad de acercarnos a la Iglesia de Sta. María de Lamasón que se erige en la cima de una pequeña elevación. Después entramos en Sobrelapeña y conectamos con la CA-282 hacia La Hermida. Aquí se inicia la subida a la collada de Hoz (638 m) siguiendo el barranco del arroyo de Lafuente. En unos 2 km nos encontramos por la izquierda la iglesia románica de Sta. Juliana en la entrada de la localidad de Lafuente. Durante los siguientes 3,5 km la etapa sigue remontando el valle hasta coronar la collada de Hoz. Después desciende durante unos 2,5 km con la imagen del monte de Sta. Catalina en el horizonte.
Nos encontramos con una encrucijada de caminos a la altura de Piñeres, aquí dejamos la CA-282 y cogemos por la izquierda hacia el mirador de Sta. Catalina que se encuentra a 1,5 km de subida entre bosque. Al poco de iniciar el ascenso nos cae un tremendo chaparrón que nos obliga a buscar refugio a mitad del mismo. Amaina un poco y podemos continuar la subida hasta el mirador y los restos de la Bolera de los Moros, un castillo altomedieval, el lugar conforma una Impresionante atalaya trufada de historia desde la Reconquista. De nuevo el mal tiempo nos priva de disfrutar de las espectaculares vistas aéreas del desfiladero de la Hermida, si bien tuvimos un pequeño claro entre nubes que hizo que mereciera la pena el esfuerzo.
Desde el mirador tenemos unos 10 km de descenso hasta la localidad de La Hermida que da nombre al desfiladero. A partir de aquí remontamos el río Deva por la N-621 atravesando un conjunto de angostas gargantas del macizo de Andara (Picos de Europa) que confluyen en la principal formada por el cauce del Deva. Discurre entre grandes paredes casi verticales de roca caliza, algunas de más de 600 metros de altura. Es el desfiladero más largo de España y representa el único corredor de entrada desde la costa del Cantábrico a la Comarca de Liébana. Tras unos 7 km el desfiladero se abre a un pequeño valle en Lebeña donde nos desviamos un poco para visitar la iglesia de Sta. María de Lebeña (s. X), declarada Monumento Nacional, es uno de los mejores testimonios del arte prerrománico en España, encuadrado dentro del denominado “arte de repoblación” o mozárabe.
De vuelta a la N-621 terminamos de atravesar el desfiladero alcanzando la Comarca de Liébana por el Valle de Cillórrigo. Atravesamos Potes y seguimos por la CA-185 remontando el curso del Deva. Al llegar a Camaleño realizamos parada de avituallamiento. Cuando terminamos el avituallamiento estaba lloviendo y las nubes presagiaban mal tiempo en Fuente Dé, por lo que la subida con el teleférico se aventuraba como una quimera. Esto provocó deserción en el grupo, solo 3 valientes siguieron hasta el circo de Fuente Dé para finalmente comprobar que era inútil subir al Mirador del Cable pues estaba cerrado de nubes. De regreso a Potes, a la altura del Puente de Beares cogemos por la derecha una pista (PR-8) que en 1, 6 km al 10% de promedio nos sube por un camino encementado hasta la ermita de San Miguel en las inmediaciones del monasterio de Sto. Toribio de Liébana. Su Puerta del Perdón nos la encontramos abierta porque estamos en Año Jubilar Lebaniego, junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela, Urda y Caravaca de la Cruz, es uno de los lugares santos del cristianismo. Aquí se conserva el Lignum Crucis, fue traído al monasterio junto a los restos de Santo Toribio de Astorga, en la Edad Media. Es el trozo más grande de la cruz de Cristo, el brazo izquierdo. Es de una especie de árbol de palestina y data de la época de Jesucristo según el carbono 14. Después de visitar el Monasterio y poder contemplar y tocar el Lignum Crucis, solo nos queda descender los apenas 3 km que nos quedan hasta Potes. Nos encontramos el pueblo con una animación extraordinaria, una especie de romería que se lo pasaban de miedo cantando y bailando. La villa de Potes,
con categoría de conjunto histórico, es la capital de la Comarca de Liébana y está situada en la confluencia de cuatro valles además de desembocar en ella dos rios el Quiviesa y el Deva. Conocida como la villa de los puentes (de ahí su nombre) y de las torres. De manera especial destacan la del Infantado (hoy sede de exposiciones) y la de Orejón de la Lama, ambas del siglo XV. El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) ayudan al visitante a imaginar tiempos pasados repletos de historia. Además Potes es uno de los municipios por los que pasa la Ruta Lebaniega, que enlaza el Camino de Santiago de la costa con el Camino Francés. En Potes nos hospedamos en el Hotel Valdecoro, 942 730 025, recomendable. Aquella noche el Real Madrid ganó la XII Copa de Europa por 4-1 a la Juventus. |